¿Cómo pasar de una postura defensiva a la elaboración de nuevos horizontes? La pregunta que circula en innumerables colectivos feministas cobró la forma de un gran encuentro internacional en la Ciudad de Buenos Aires, “Radicalizar la democracia”, organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo, la Internacional Feminista y organizaciones sociales argentinas el viernes 19 y el sábado 20 de abril. La intención es pasar de la frustración a la acción y construir estrategias colectivas frente a las nuevas derechas. “No queremos quedarnos en una posición de resistencia, sino recuperar un proyecto transformador. Los feminismos fuimos y somos la fuerza del cambio”, afirmó a Las12 Alex Wischnewski, coordinadora del programa Global de feminismos del espacio que lleva el nombre de la más destacada marxista revolucionaria del siglo XX.

Para la activista alemana, uno de los aspectos más preocupantes del fenómeno de la derecha extrema en la Argentina se relaciona con los cambios en las subjetividades, la extensión de la crueldad y la ruptura del tejido social. En ese sentido, dice, el desafío de los feminismos es recuperar el protagonismo y una agenda de avanzada. “El futuro que nosotras proponemos es sencillamente mejor”, sintetizó.

Judith Goetz, investigadora austríaca, es una de las especialistas en género y extremas derechas que participará del evento. Acaba de graduarse como doctora en Ciencia Política. Como militante, participa en contextos antifascistas y feministas, incluida la red Claim the Space, que politiza los feminicidios en Austria desde 2020. Recientemente, ha coeditado las antologías “La extrema derecha como desafío para el periodismo” (2021), “Estrategias contra la extrema derecha” (2022) y “Perspectivas globales sobre Anti-Feminismo. Ataques religiosos y de extrema derecha contra la igualdad y la diversidad” (2023).

En esta entrevista con Las12 en el hotel donde se hospeda a pocos metros del Parque Lezama, en el barrio bohemio de San Telmo, analizó con su español pausado los discursos, las motivaciones y las estrategias de poder de los proyectos de la ultra derecha tanto en la Argentina como en Europa, con sus consecuentes puentes y rupturas. También opinó sobre los márgenes de acción de los feminismos para preservar las conquistas y sembrar “lo nuevo”.

¿Qué diferencias y coincidencias observás entre el experimento local de Javier Milei y las expresiones de la ultra derecha en Europa?

--El desarrollo de movimientos y partidos de la derecha extrema tiene tanto una dimensión local como una dimensión global. En el caso de la Argentina, se relaciona con la situación socioeconómica, con la inflación y la crisis. Al mismo tiempo, se ve en muchos países ese fenómeno de personajes que se presentan como rebeldes contra los derechos de las minorías, las mujeres y el colectivo LGBT. En todos los casos, tiene que ver con la intención de mantener la supremacía de grupos privilegiados, con el ejercicio del autoritarismo, el aumento del control y de la vigilancia, el socavamiento de la democracia, la libertad de prensa, el Estado de derecho y el pluralismo. Ahora bien, en Europa hay un componente racista mucho más fuerte que aquí, ejemplificado en esta idea de que “hay demasiados refugiados” y que eso “cuesta demasiado”. Así que la solución que presentan siempre es racista y no tanto una respuesta a problemas económicos.

¿Qué explica el crecimiento de estos movimientos en países con coyunturas y tradiciones tan distintas?

--Hay varias explicaciones al mismo tiempo. Tienen que ver con las diferentes crisis que en este momento hay en el mundo: climática, económica, social, de géneros (en cuanto al cuestionamiento del binarismo) y la reacción ante los avances promovidos por movimientos sociales como el feminismo. Otra cuestión que observo es que las nuevas derechas apelan a un deseo ciudadano muy fuerte de estabilidad, de mantener la situación privilegiada y defender esa posición como sea, incluso si eso quiere decir apoyar políticas discriminatorias contra las minorías o las personas más vulnerables. Es muy importante entender que no tiene que ver con que la derecha tiene los mejores argumentos, sino con la interpelación a necesidades personales de mayor seguridad y previsibilidad. Mucha gente cree que esto se logra con autoritarismo y con una figura fuerte que lo encarne, el cual no hace más que anular las múltiples formas de amar, vivir y pensar el mundo. Por eso, insisto con que lo que tambalea son los principios fundamentales de la democracia.

Con la fuerza que cobraron los feminismos en la última década en la Argentina, ¿imaginabas un backlash reaccionario tan profundo?

--Existen dos movimientos al mismo tiempo que se observan en varios países. Por una parte, un montón de logros feministas en los últimos años, por ejemplo, en materia de lucha contra la violencia de género y la discriminación sexual. A la vez, se genera un movimiento en contra de todas esas conquistas. Así que, por un lado, hubo sorpresa, pero, al mismo tiempo, por el funcionamiento de las olas reaccionarias, era una posibilidad. Lo que sí se podía proyectar es que, en el caso de ganar la extrema derecha en la Argentina, correrían en peligro muchas leyes o políticas públicas de manera drástica, como se observa ahora.

Radicalizar la democracia, dos días de debates en la Facultad de Sociales.

¿Por que él encarnizamiento con los feminismos y las perspectivas LGBTIQNB+?

--Los feminismos y las fuerzas progresistas cuestionan la suprema supremacía masculina y patriarcal. Hay muchos hombres que empezaron a sentir ese cambio e iniciaron una lucha contra el movimiento feminista. Ese rechazo lo traducen en violencia física, pero también en un discurso agresivo en contra de las feministas y las personas trans. En Europa es evidente el aumento de la violencia física y la utilización de las redes sociales y plataformas por parte de la nueva derecha para que circulen más sus discursos. Con poco esfuerzo, pueden tener contacto con miles de personas. Se apoyan, principalmente, en la estrategia de provocar escándalos y ponerse en el centro de la atención. En ese escenario, los demás actores políticos solo reaccionan a la polémica y no logran instalar sus propios temas.

También hay mujeres que ocupan lugares de protagonismo en la extrema derecha. ¿Cómo se explica?

--Sí, en Europa hay mujeres que ocupan roles muy importantes en esa clase de colectivos. Incluso lesbianas, como el caso de Alice Weidel, economista y empresaria alemana, actual líder del partido político de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). La extrema derecha abrió muchos espacios para mujeres, aunque suelen ser las que se encargan de temas vinculados al cuidado, la familia y lo emocional, incluso desde la gestión pública. Es importante aclarar que estas mujeres no dejan de sostener la aceptación de una estructura social patriarcal y la imagen estereotípica de los géneros en cuanto a qué tiene que ser o no una mujer y un hombre. Son figuras que sostienen el discurso de que las mujeres se tienen que quedar en la casa y cuidar a sus familias. A su vez, rechazan a todo el movimiento trans y no binario. Sin embargo, no se puede negar que hubo un proceso de modernización, de cierta apertura a nuevas perspectivas. Por eso eligen el término “nueva derecha”.

¿Cuáles son las estrategias que se pueden dar los feminismos para disputarlas? ¿Hay que salir a responder su agenda?

--Este encuentro organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo marca un camino. Es necesario intercambiar estrategias y perspectivas entre activistas de diferentes países, aprender entre nosotras y de nosotras, construir redes de solidaridad. La pregunta por la respuesta (o ausencia de respuesta) a la agenda de la extrema derecha es muy difícil. Se trata de discursos muy peligrosos que afectan a millones de mujeres y por eso es complejo ignorarlos. Por ejemplo, lo que dice Milei sobre el aborto: criminalizar esta práctica nuevamente tendría efectos catastróficos. A su vez, el presidente de la Argentina dice un montón de locuras donde una se puede preguntar si de verdad es un tema que tiene que estar en la discusión pública o bien si responde a ese tipo de estrategias de provocar escándalos, de querer ser el centro de la atención. Creo que habría que distinguir cuál es una noticia importante que amerita reacción y cuál es una noticia que se puede conversar en contextos más informales sin ocupar el centro de la agenda. Es importante analizar las narrativas de la extrema derecha y entender sus estrategias, responder cuando sea necesario, pero no perder de vista las visiones de futuro.

El evento “Radicalizar la democracia. Estrategias feministas frente a las nuevas derechas” cuenta con dos modalidades: por un lado, el jueves y el viernes se convoctó a un encuentro cerrado e íntimo para el debate de dirigentas y referentas feministas a nivel internacional. Además de Goetz, se invitó a 30 activistas de distintas partes del mundo, como Verónica Mendoza (Perú), Manuela D ́Ávila (Brasil), María José Pizarro (Colombia), Martha Kleedörfer (Alemania), Sarah Leonard (EEUU), Irene Montero (España), Veka García (México), Paola Pabón (Ecuador), Gabriela Rivadeneira (Ecuador), Gabriela Montaños (Bolivia), Karol Cariola (Chile), entre otras. Muchas son impulsoras de la “Internacional feminista”, una red creada el año pasado por activistas que son o fueron parte de gobiernos de “izquierda” o de carácter “popular” y que comparten su preocupación por el avance de la ultra derecha.

En representación de la Argentina, desde la política y gestión, estará presente Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes; Elizabeth Gomez Alcorta, la primera ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación; Mónica Macha, diputada nacional, y Caren Tepp, concejala de Rosario por Ciudad Futura. También asistirá la socióloga Dora Barrancos y las activistas Verónica Gago y Luci Cavallero.

Asimismo, el viernes por la tarde y el sábado, se llevará a cabo un encuentro público donde compartir las diferentes miradas organizado por una amplia convocatoria de organizaciones feministas, sociales, sindicales de la Argentina. 

La cita es en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, ubicada en Santiago del Estero 1029, CABA. La entrada es gratuita y requiere inscripción previa a través del siguiente link:

https://rosalux-ba.org/radicalizar-la-democracia/