La serie por las semifinales de la Copa Davis entre Argentina y Rusia entró en cuenta regresiva. En las instalaciones del estadio Mary Terán de Weiss del Parque Roca, de Villa Soldati, ante la presencia de todos los integrantes de los equipos y de las autoridades del encuentro, se realizó el sorteo del orden de los partidos, que determinó que el cordobés David Nalbandian y el ruso Igor Andreev arranquen hoy, a las 11 (televisa TyC Sports), la serie que determinará al finalista que irá en busca de la Ensaladera de Plata ante el ganador de la llave que animarán, en Madrid, España y Estados Unidos.

En un clima distendido, poco a poco los integrantes de ambos equipos fueron ocupando sus lugares en el auditorio de la sala de prensa del estadio y luego de la presentación del árbitro del partido, el alemán Sören Friemel, y las autoridades de la Asociación Argentina de Tenis, Enrique Morea, y la Federación Internacional, Sergio Elías, el árbitro sacó de una “frapera” –facilitada por la gente del catering– el nombre de Andreev, que sirvió para determinar el orden de los partidos de hoy. Después los deportistas se prestaron a la conferencia de prensa y finalmente posaron para las fotos de rigor.

“Cualquier orden de los partidos tenía pros y contras. Pero estoy contento con el sorteo, aunque de todas maneras, cualquiera que juegue lo va a hacer bien”, manifestó el capitán del equipo argentino, Alberto Mancini. Algo más escéptico, David Nalbandian comentó: “Me era indiferente el sorteo, así que saldremos a la cancha con la idea de sacar un resultado favorable. Tengo muchísima confianza en que seremos finalistas”. El de hoy será el primer partido entre Nalbandian (número 7 del mundo) y Andreev (19). “Nunca jugué con él, pero he entrenado varias veces. Es un jugador muy bueno sobre polvo de ladrillo, pero yo estoy bien”, comentó el cordobés, quien no está pasando un buen momento en el circuito profesional tras haber logrado el título este año en el ATP de Buenos Aires.

Por su parte, Del Potro (13) remarcó que le “daba igual” jugar en el primer o segundo turno y remarcó: “De todas formas, voy a tener la presión de jugar por primera vez como local. Si bien trato de dar una apariencia tranquila, debo reconocer que estoy cada vez más nervioso. Sinceramente, por más que disfruto mucho este momento, no sé si podré dormir esta noche, por eso espero los consejos de Martín Palermo y Rodrigo Palacio”. Precisamente, los mencionados delanteros de Boca, club del que el tandilense es fanático, fueron invitados por el tenista a presenciar los encuentros de la serie.

Ahora, lo cierto es que arrancar segundo supone una ventaja para Del Potro, ya que en caso de comenzar ganando el equipo argentino, podrá salir a la cancha a jugar con el top ten Nikolai Davydenko (6) con un poco menos de presión. Del Potro cuenta a su favor con un arrollador presente, ya que a poco de cumplir 20 años, consiguió en los últimos meses cuatro títulos ATP, en Stuttgart, Kitzbuhel, Los Angeles y Washington, accedió a los cuartos de final del US Open y quedó a sólo tres escalones de ser top ten.

Por el lado del equipo ruso, reinó sobre todo la cautela. “Sabemos que la serie va a ser muy difícil, porque Argentina tiene jugadores muy buenos y además va a tener el público a favor, que no es un dato menor. Pero nosotros tenemos un gran equipo y sentimos que podemos ganar”, comentó Andreev, el único integrante del equipo ruso que domina el idioma español.

Aunque Mancini se reservó la posibilidad de cambiar los nombres dependiendo de los resultados de hoy, ayer se oficializó que Agustín Calleri (51) y Guillermo Cañas (55) formarían la dupla que, mañana a partir de las 12, enfrentaría a la pareja designada por el capitán del equipo ruso, Shamil Tarpischev, formada por Igor Kunitzyn (72) y Dmitri Tursunov (19). En tanto que el domingo se cerraría la serie con los cruces entre Nalbandian y Davydenko y Del Potro ante Andreev.

El equipo vencedor se medirá en la final con el ganador entre España y Estados Unidos. En caso de que se dé un triunfo para el equipo argentino, cualquiera sea el otro finalista, la última llave se disputará en el país: ante Estados Unidos en el estadio del Parque Roca, sobre polvo de ladrillo, y ante España, probablemente en Córdoba, en estadio cerrado y sobre superficie rápida.