Independiente demolió anoche a Peñarol en el segundo tiempo, y lo goleó 3-0, como para ratificar lo fuerte que se hace en el Estadio Libertadores de América en una competencia internacional. La estirpe copera del Viejo Rey salió a relucir desde el inicio del segundo período, cuando Facundo Parra abrió el marcador y a partir de entonces todo fue del local. Los otros dos tantos los aportaron Cristian Pellerano y Andrés Silvera. Con este resultado, el equipo de Antonio Mohamed empezó de la mejor manera su participación en el Grupo 8 de la Copa Libertadores, en el que igualó al otro participante argentino, Godoy Cruz, vencedor la semana pasada de Liga Deportiva de Ecuador.

La primera parte le costó a Independiente, porque tomó la iniciativa, pero a Peñarol le daba resultado su plan conservador. Para los uruguayos era trascendente volver a esta Copa que tan ligada está a su historia, y por eso unos tres mil hinchas llegaron hasta Avellaneda para ofrecer su respaldo.

Pero el técnico Diego Aguirre dejó en claro que valoraba el punto de visitante y si podía sacar provecho de algún contraataque, o de alguna jugada originada con pelota parada, mejor. Independiente se pasó todo el capítulo inicial tratando de entrarle por algún lado a la defensa oriental, pero cuando dispuso de chances terminó mal esos intentos.

En el entretiempo, Mohamed les pidió a sus dirigidos que se adelantaran todavía más en el terreno y que incrementaran la presión sobre la salida uruguaya. Y la fórmula dio dividendos en forma inmediata. A los dos minutos, Parra descargó en la puerta del área hacia la izquierda para Patricio Rodríguez, y cuando llegó la devolución el ex Chacarita se anticipó al arquero y estableció el 1-0, y también el quiebre en el juego, ya que nada fue igual que antes.

El local se apoderó de la pelota definitivamente, la manejó a su gusto y la utilizó para aumentar la diferencia en el tanteador. A los 25 minutos, Pellerano tomó un rebote fuera del área grande y con un disparo potente venció al arquero Fabián Carini.

La fiesta tomó mayor calor y color cuando cerca del final Silvera se valió de un remate cruzado para poner el 3-0 y dar una referencia más adecuada de la diferencia entre uno y otro equipo, especialmente en la segunda parte. Así, Independiente vivió a pleno otra jornada de Copa, al tiempo que dejó a Peñarol con muchas preocupaciones.