La salida de Ramón Díaz dejó a San Lorenzo sin entrenador y con muchas dudas de cara a la recta final del Clausura. Para colmo, en lo inmediato, el conjunto de Boedo deberá afrontar mañana el clásico con Huracán en el Nuevo Gasómetro. Cristian Tula, capitán del equipo, señaló a este encuentro como “punto de inflexión para recuperar la confianza perdida”.

–¿Cómo se encara un partido de esta magnitud, con el golpe que sufrió el plantel la semana pasada?

–El clásico llega en el peor momento del equipo, porque no estamos jugando bien. Sentimos mucho cada desventaja y ante la adversidad se nos está complicando revertir el resultado. Teniendo muy cerca un partido de estas características, que se vive con los dientes apretados y muestra un condimento especial, afrontarlo sin técnico es muy difícil de sobrellevar. Aun así, si bien es una semana delicada, que sea Huracán el próximo rival sirve para poder salir del pozo. Un triunfo nos permitiría encarar el final del campeonato con otro semblante. Este clásico es un punto de inflexión para recuperar la confianza.

–¿Qué le puede decir al jugador un técnico interino, como Miguel Tojo, para motivarlo en esta situación?

–Sin lugar a dudas que el partido motiva por su importancia. La clave del entrenador, por el poco tiempo que puede llevar en el cargo desde que tomó las riendas del plantel hasta la hora del encuentro, está en reforzar nuestra confianza. En estos casos, el futbolista necesita contención, saber que puede sacar adelante un problema como el que se vive hoy en San Lorenzo. Los resultados no se están dando, el juego por momentos es pobre, pero condiciones tenemos. Entonces, el técnico debe tocar la sensibilidad del plantel para que en el clásico los jugadores se coman la cancha y respondan de la mejor manera.

–¿Era el momento para que se fuera Ramón Díaz?

–Es una decisión particular que por las circunstancias que se vivían parece un poco lógica. El equipo siempre termina golpeado cuando se va un entrenador. Y más todavía cuando es un técnico como Ramón, con mucho prestigio. Lo conozco bien y es un hombre que le gusta pelear arriba, que no se siente cómodo cuando la lucha es otra. No encontró el planteo, no le supimos responder y prefirió dar un paso al costado. Hay que rescatar que intentó hacer todo lo posible y de hecho cambió un poco su estilo de juego y se amoldó a lo que tenía a disposición. Eso es muy valorable. Quizá el clásico hubiese sido una linda revancha, especialmente por cómo se dio el partido en el Apertura. La derrota fue dura y hubiese sido positivo darle una respuesta en la cancha a Ramón.

–Con la danza de nombres que hay para ser el nuevo entrenador, ¿cómo se siente el futbolista?

–Tiene que mentalizarse para el partido que le toca jugar. No es cualquier encuentro el que se va a afrontar el fin de semana. Pero a veces es imposible abstraerse y no pensar en lo que pasa alrededor. Muchos candidatos son los que se tiraron, de mayor o menor renombre. El técnico que venga tiene que entender la realidad del equipo y saber exprimir el rendimiento de los jugadores para que San Lorenzo recupere el prestigio que supo tener hasta hace no mucho tiempo.

Entrevistó: Matías Quercia.