Desde La Plata

El debut de Argentina en su Copa América estuvo lejos de ser el soñado. Con una actuación muy pobre, que sólo tuvo calor en los últimos minutos, el equipo de Sergio Batista apenas igualó 1-1 con Bolivia, que hizo un planteo inteligente en la primera mitad y luego aguantó como pudo en el final, cuando los locales buscaron, con más ganas que fútbol, el tanto de la victoria.

La idea de Batista es darle a su equipo la identidad del Barcelona. En los papeles, el razonamiento es perfecto. El problema pasa por llevarlo a la práctica. Es que sus jugadores fallaron ayer en dos de los conceptos que mejor maneja el magnífico conjunto catalán y que le permiten marcar la diferencia que logra con sus rivales: el pase y los espacios. Argentina no se pasó bien la pelota y mucho menos aprovechó los espacios para sacar ventaja. Con esas dos premisas básicas mal ejecutadas, el resultado no podía ser otro que un conjunto previsible, sin sorpresas y que dependía de algún chispazo mágico de Messi. Para colmo, Bolivia exhibió mucho más de lo que se esperaba, con un planteo inteligente, mucha concentración y la idea de defender los más lejos posible del seguro arquero Arias.

El primer problema de Argentina fue el pase. Si bien la idea fue cuidar el balón y pocas veces se buscó el pelotazo, ese toque al compañero fue, cuando hubo precisión, siempre al pie. Casi nunca se encontró un pase con ventaja, que rompiera las ordenadas líneas bolivianas. Ahí fue cuando apareció el segundo inconveniente, el de los espacios. Argentina casi nunca atacó a los espacios libres. Los delanteros no ganaron espaldas, los volantes no tocaron y fueron a buscar una descarga y las subidas de los laterales no llegaron de manera sorpresiva. No ayudó Bolivia, que se plantó en 20 metros, bien cerca de la mitad de la cancha y achicó hacia adelante, para no pasar grandes sobresaltos. Para colmo, la idea de retrasar a Mascherano a la línea defensiva, para darles más salida a los laterales, terminó siendo contraproducente, ya que tanto Rojo y Zanetti recibían en la mitad de la cancha, de espaldas y casi siempre con un marcador encima, con lo que en el mejor de los casos terminaban tocando hacia atrás.

Con el equipo trabado, las individualidades buscaron la llave en las gambetas. Entonces aparecieron algunas corridas electrizantes de Messi, los intentos de Tevez y los arrestos de Zanetti, pero sin descarga, todo moría en alguna pierna verde, siempre dispuesta a cortar. La presencia de Di María por el intrascendente Cambiasso prometía algo más de vértigo. Sin embargo, no hubo tiempo de comprobarlo. En el primer corner de la segunda mitad, Banega falló al querer parar el balón que había tocado Rojas de taco, y Bolivia se encontró con el impensado 1-0.

Con los papeles quemados, llegó el momento de revertir el panorama por chapa, corazón y jerarquía. Ya no hubo orden y la búsqueda fue frenética, con los riesgos que eso implicaba. Romero, con un manotazo salvador, le sacó el segundo gol a Martins en un mano a mano. Y perdonar a un equipo con tantos nombres se paga. No pudieron primero Messi, luego Di María, ni más tarde Agüero. Sin embargo, el Kun tuvo su revancha, con una volea inolvidable, luego de que Burdisso le bajara la pelota con el pecho.

Con un 4-2-4 casi de potrero, donde la mitad de la cancha era una zona de libre tránsito, la Selección se fue en busca de un triunfo que podría haber llegado por las chances generadas, pero que no hubiese terminado de ser justo por la pobre imagen de los primeros sesenta minutos. La fría despedida del público que colmó el Ciudad de La Plata fue la medida exacta para calificar una actuación decepcionante.

1-ARGENTINA

Romero; Zanetti, Burdisso, Milito, Rojo; Banega, Mascherano, Cambiasso; Lavezzi, Messi, Tevez.

DT: Sergio Batista.

1- BOLIVIA

Arias; L. Alvarez, Raldes, Rivero, Gutiérrez; Robles, Flores, Campos, Vaca; Edivaldo, Martins.

DT: Gustavo Quinteros.

Estadio: Ciudad de La Plata.

Arbitro: Roberto Silvera (Uruguay).

Goles: 47m, Edivaldo (B); 75m, Agüero (A).

Cambios: 46m, Di María por Cambiasso (A); 63m, Chávez por Vaca (B); 70m, Agüero por Lavezzi (A); 80m, Arce por Campos (B); 89m, Cardozo por Edivaldo (B).