Parece que los líderes del Apertura tienen una maldición. Racing y Lanús habían desprovechado sus chances y era el turno de Vélez, que dobló la apuesta: ni siquiera pudo empatar. Con un mal rendimiento y sintiendo la ausencia de Santiago Silva, el equipo de Liniers perdió 1-0 con All Boys, que tuvo orden y algo de fortuna para llevarse la victoria.

Los primeros minutos exhibieron la realidad que cualquier hincha podía suponer del enfrentamiento entre ambos equipos en la previa. Vélez, uno de los punteros y el mejor equipo de Argentina en las últimas temporadas, salió a mostrar todos sus pergaminos y acorraló contra su área a All Boys, un rival sin triunfos en el campeonato y que llegaba golpeado por su caída como local ante Rafaela. Y con un tiro libre de Zapata, los de Liniers casi se ponen en ventaja, pero Cambiasso tapó de gran manera. Pero ese desarrollo lógico y esperable, con Vélez dominando y All Boys aguantando como pudiera, duró menos de un cuarto de hora.

Pasado el sofocón inicial, el equipo visitante ajustó las marcas en la mitad de la cancha y consiguió que sus defensores se adelantaran en el terreno. Por eso, el trámite se equilibró y, con el correr de los minutos, el dominio psicológico pasó a ser de All Boys. Incluso, con espacios a favor, las ocasiones más claras terminaron siendo para el equipo de Romero, por el buen juego aéreo de Matos.

Presionado, sin peso arriba y con problemas en la zona de gestación, a Vélez el partido se le fue poniendo cuesta arriba. Igual, pudo ponerse en ventaja con un remate de Zapata desde el punto del penal tras un buen desborde de Augusto Fernández, pero Cambiasso tapó de manera notable. Pero al equipo de Gareca el desarrollo ni siquiera se le facilitó con la expulsión de Soto. Bien agrupado, All Boys disimuló la ausencia y controló a un inofensivo y apurado Vélez.

Y con ese desarrollo, los visitantes sabían que ante algún descuido lo podían ganar. Primero perdonó Matos, que intentó eludir a Barovero, pero la pelota se le fue larga, se quedó sin ángulo y definió mal. Y luego, con mucha fortuna, llegó al gol. Perea se arrojó para evitar que el balón se fuera por línea de fondo, pero el rebote en un defensor tomó una rara parábola y la pelota se metió por arriba del sorprendido Barovero.

Sin claridad, Vélez se volcó de manera masiva a buscar el empate. Sin embargo, las posibilidades claras no aparecieron, más allá de un rechazo sobre la línea de Domínguez ante una entrada de Martínez y All Boys terminó aguantando con solvencia, para llevarse una victoria que nadie podía suponer en el arranque del juego.