El Barcelona ganó ayer por 3-1 al Real Madrid en la capital española y se sitúa como líder de la Liga española al romper la racha de 15 triunfos seguidos que tenía su rival. El chileno Alexis Sánchez, a los 30 minutos, Xavi, a los 53, y Fábregas, a los 65, remontaron el tanto anotado por Karim Benzema a los 23 segundos, el más rápido de la historia de los clásicos, que no sirvió al Real Madrid, de nuevo superado por los catalanes, con los que ahora comparten la punta del torneo, con 37 puntos pero un partido más. El Barcelona de Pep Guardiola suma cuatro triunfos y un empate en las cinco últimas visitas al Bernabeu, y viajará a Japón a disputar el Mundial de clubes con la moral a pleno.

El silencio de los protagonistas y la ausencia de polémica había centrado el debate en la táctica y en la alineación. José Mourinho sorprendió con un equipo ofensivo, el de siempre, con Mesut Ozil como enganche y con la novedad de Fabio Coentrao en el lateral derecho. Lass Diarra formó en el medio junto a Xabi Alonso, pero igual le faltó agresividad.

Josep Guardiola, por su parte, se inclinó (y acertó) por el desborde del chileno Alexis Sánchez en lugar de David Villa. Y por el mediocampo con el que España ganó la final en Sudáfrica: Busquets, Xavi, Iniesta y Fábregas. El objetivo del Real Madrid era presionar muy arriba para robar la pelota al Barcelona muy cerca de su arco. En la primera jugada del choque, el arquero Víctor Valdés erró en su pase con el pie y ello propició el gol de Benzema a los 23 segundos. Iker Casillas sí estuvo caliente para salvar el empate a los seis minutos, cuando Messi aprovechó el resbalón de Sergio Ramos y remató ajustado. Sólo el temprano gol alteró el guión esperado. El Barcelona dominaba la pelota, sin volverse loco por la desventaja. Poco a poco se fue en busca del arco rival, con paciencia ante una presión blanca menos tensa de lo esperado.

Xavi lo intentó de tiro libre a los 23, pero fue Cristiano Ronaldo, errático, el que tuvo la mejor ocasión en una rápida combinación. Falló lo que hubiera sido el 2-0. La movilidad y el intercambio de posiciones eran comunes en ambos ataques. El Barcelona, insistente, encontró finalmente el desborde que buscaba con Me-ssi, quien rompió la línea de presión del mediocampo, sirvió la pelota al hueco para el movimiento diagonal de Alexis Sánchez, que con un remate cruzado puso el empate a los 30.

Messi volvió a ser protagonista. Extrañamente activo en las protestas y en las conversaciones con el árbitro, vio la tarjeta amarilla. Pudo ver la segunda por una falta posterior que todo el estadio y Mourinho protestaron con vehemencia.

El Real salió decidido a ser más agresivo, pero el Barcelona sólo sufría en la primera línea. En el minuto 53, el conjunto azulgrana, dominador pero poco punzante, se alió con la fortuna. Un remate desde fuera del área de Xavi tropezó en Marcelo y se coló en el arco de Casillas para el 2-1. Mourinho intervino: metió a la cancha a Kaká por Ozil y a Khedira por Lass. De cabeza tuvo el empate Cristiano Ronaldo después de que Alexis exigiera a Casillas. Del empate se pasó al 3-1. El Barcelona explotó los espacios. Iniesta desbordó a Coentrao, cedió a Messi, que abrió a la banda derecha, donde Dani Alves envió el centro y Fábregas cabeceó para el gol. Quedaban más de 20 minutos. El estadio Bernabeu era del Barcelona, del frío y del silencio. Kaká pudo recortar en el 84, pero Valdés se redimió del error inicial. El Barcelona tampoco hizo más daño y se marchó con su habitual cara de triunfador con la que acostumbra ya a salir de Madrid.

En los otros adelantados de ayer, Valencia cayó por 2-1 ante Betis, y Levante venció por 1-0 a Sevilla.