Racing vivió una noche increíble, de esas que abundan a lo largo de su historia. A los nueve segundos ya perdía 1-0 y luego terminó cayendo 3-0 en Avellaneda ante Unión, que fue muy superior a lo largo de todo el juego y hasta pudo disimular la expulsión de Juan Pablo Cárdenas en el inicio de la segunda mitad.

Con el antecedente de dos victorias consecutivas, Racing se presentaba en el Cilindro con la ilusión de obtener un nuevo triunfo que lo colocara en carrera en la pelea por el título. Sin embargo, un blooper entre Saja y los dos centrales, Aveldaño y Matías Martínez, lo dejó en desventaja casi desde el inicio: Rosales metió un pelotazo para Jara, que no alcanzó a tocar el envío, pero los tres jugadores de Racing chocaron y el balón se metió mansito luego de pegar en el muslo de Martínez.

La sorpresa por el gol tempranero e insólito se apoderó del conjunto de Alfio Basile, que no le encontró nunca la vuelta al partido. Por la izquierda, las subidas de Velázquez y su sociedad con Rosales se transformaron en un problema sin solución para la defensa local. Por eso, no extrañó que llegara el segundo gol, luego de una notable combinación por el sector preferido: desde el lateral, Rosales tocó al medio para Montero, que le dejó la pelota servida a Velázquez. El volante aguantó la carga de Aveldaño, bajó el balón de zurda y definió de derecha ante el achique de Saja.

Pero no fue todo. Tras un penal a Rosales, Bologna pudo aumentar la diferencia, pero falló dos veces. En la primera, el arquero le entregó el balón en las manos a Saja, pero tuvo una nueva chance por un adelantamiento. Y en la segunda, colgó la pelota en la segunda bandeja, ante la bronca de sus compañeros y el entrenador, ya que no era el encargado de la ejecución.

A pesar del golpe de efecto, Racing no lo pudo aprovechar, ya que Unión pegó duro en el arranque de la segunda parte. Montero ejecutó un centro perfecto para que Jara colocara un gran cabezazo que dejó sin chances a Saja. Con la expulsión de Cárdenas, Racing pareció tener una nueva oportunidad, pero tampoco lo supo aprovechar. Ni siquiera a través de un penal, ya que Teo Gutiérrez, en dos oportunidades, lo perdió. En la primera ocasión se lo atajó Bologna, mientras que en la segunda lo remató desviado. Así Racing terminó dejando una imagen pobrísima, con muchas dudas de cara a lo que se viene.