No había margen de error. River fue a Tucumán con la obligación de traerse los tres puntos para subirse a la punta del campeonato, pero también para no comprometer sus posibilidades de ascenso directo. Y si bien comenzó con el pie izquierdo, con el aporte goleador de David Trezeguet venció 4-2 a Atlético y trepó a la primera posición de la B Nacional, aunque hoy lo podría alcanzar Central y, mañana, Instituto.

El objetivo era claro: ganar para alcanzar la punta, por lo menos hasta que termine de disputarse la 33ª fecha del torneo. Sin embargo, el trayecto de River a la victoria se llenó de obstáculos en los primeros minutos. Casi desde el vestuario se encontró en desventaja. Apenas habían pasado siete minutos cuando Barrado mandó un centro desde la derecha y Fondacaro, ex Boca y de apenas 1,65m, metió un cabezazo que se incrustó contra el palo derecho de Vega. El gol tempranero le desbarató los planes al equipo conducido por Matías Almeyda, que debió cambiar el libreto para ir en busca del empate. Pero River carecía de un conductor, Aguirre y Cirigliano no se complementaban en mitad de cancha para jugar y Trezeguet y Cavenaghi estaban desconectados y en soledad.

Sin embargo, en apenas cinco minutos el trámite del partido cambió. A los 30 llegó el alivio que descomprimió la tensión en la que estaba inmerso todo Núñez. El Maestrico González, luego de una pared exquisita con Cavenaghi, definió por entre las piernas del arquero para estampar la igualdad. Y a los 35, luego de un infantil penal de Barone a Sánchez, Trezeguet desniveló el marcador.

En el complemento, el equipo tucumano salió con todo en busca de la igualdad, pero jamás inquietó a Vega. River, ya con Domínguez en cancha, aprovechó los espacios que dejaba el local y sentenció el encuentro a los 67, nuevamente por intermedio de Trezeguet, que tras una gran jugada del ex Quilmes, la picó ante la salida de Dei Rossi. Pero Atlético no se desanimó y consiguió el descuento a los 83 con un cabezazo de Barone. Sin embargo, la ilusión duró poco. Dos minutos después, Sánchez sacó un terrible bombazo desde afuera del área para decretar la victoria que le permite al elenco de Núñez mirar provisoriamente a todos desde arriba.