Pudo haber sido una noche de gloria y terminó como una de preocupación y angustia. Lejos de igualar el record de Gerd Müller, Lionel Messi sufrió una “contusión en la cara externa de la rodilla izquierda”, una lesión cuya gravedad exacta será diagnosticada hoy. El argentino se retiró lesionado, en camilla, a cuatro minutos del cierre del partido que su equipo, el Barcelona, igualó sin goles con el Benfica, por la última fecha de la fase de grupos de la Champions League. “Tendremos Messi para mucho tiempo”, afirmó el entrenador del Barcelona, Tito Vilanova. “Lo importante es descartar que sea cualquier lesión que lo deje fuera un tiempo más largo. Si al final resulta que sólo es que lo tengamos que dejar fuera una semana, estaremos muy contentos.”

Contra lo que había anunciado el día anterior Vilanova, Messi no fue el único de los astros del equipo en la formación titular de ayer, sino que fue al banco, y recién ingresó al campo cuando faltaba media hora para concluir el encuentro, reemplazando a Rafinha.

Con el resultado igualado, a poco del final del encuentro, Messi encaró por la izquierda al arquero de Benfica, el brasileño Artur Moraes, y trató de gambetearlo hacia afuera. El arquero cayó con su peso sobre la pierna izquierda del rosarino, que después de rematar al arco quedó tendido en el suelo con evidentes gestos de dolor. Moraes había alcanzado a rehacerse para contener el remate.

La lesión del argentino disparó las alarmas e hizo temer lo peor, un problema serio en los ligamentos, pero desde el club se puntualizó después a los periodistas que se trataba de “una contusión en la cara externa de la rodilla izquierda” y que el jugador se sometería hoy a más pruebas.

Con el diagnóstico más claro, Vilanova se mostró tranquilizador y aliviado, ya que también había temido por un problema más importante para su gran figura. “En principio lo de Messi es un golpe. Habrá que esperar a las pruebas de mañana (por hoy) para ver si hay otra cosa. Es demasiado pronto para hablar de si será baja o no”, apuntó el técnico sobre las previsiones para el próximo partido del Barcelona, el domingo ante el Betis. La última lesión de Messi data de marzo de 2008, cuando sufrió ante el Celtic de Glasgow una rotura en tercio proximal del bíceps femoral de la pierna izquierda.

“Leo estaba tranquilo, con un punto de preocupación de cualquier jugador que ha tenido una lesión, un golpe que uno no sabe exactamente lo que tiene, pero supongo que cuando los doctores lo revisaron se quedó más tranquilo”, contó luego.

“Habíamos hablado con Leo la posibilidad de que jugara media hora, es un jugador al que le gusta siempre jugar y no es por el record del que todos hablan menos él. Si fuera así, habría jugado todo el partido”, explicó Vilanova, agregando que la media hora que iba a jugar “le servía a él como una parte de entrenamiento físico y se siente cómodo”. Consultado acerca de futuras decisiones sobre la inclusión de Messi en partidos de menor cuantía, aclaró: “No actuaría de forma diferente porque entonces, a partir de ahora, tendríamos que cambiarlo en el minuto 60, con 3-0. No lo hicimos y no lo haremos. Volvería a tomar la misma decisión”, puntualizó Vilanova.