Estudiantes se dio un gusto que va más allá de un amistoso o una copa. El conjunto de Pellegrino levantó un 1-3, forzó los penales en el último minuto con un gol de Vera, cuando ya jugaba con un hombre menos por la expulsión de Alvaro Pereira, y se impuso en la definición para quedarse con el gran festejo.

Gimnasia entendió primero la manera de jugar el clásico ante un Estudiantes que asumió una postura más pasiva, tal vez con la cabeza puesta en el repechaje de la Copa Libertadores de la próxima semana. Por eso, con el simple argumento de ganar las pelotas divididas y presionar en la salida al rival, el conjunto de Troglio se adueñó del desarrollo. Y también tuvo la fortuna de acertar en la primera aproximación que tuvo: Barsottini ejecutó un tiro libre desde la mitad de la cancha buscando a Vegetti, pero el pase le salió perfecto para la diagonal de Meza, que les ganó la espalda a los centrales y definió ante la tibia salida de Navarro.

Con ese desarrollo, Gimnasia comenzó a justificar la ventaja. El problema es que pronto abandonó esa postura y eligió refugiarse más cerca de su arco, para intentar lastimar de contragolpe. Esa circunstancia motivó que generara algunas chances para aumentar. Pero al mismo tiempo evidenció muchos problemas defensivos, que se tradujeron en ocasiones para Estudiantes. Primero avisó Vera con una chilena que tocó el travesaño y luego Bonnin salvó ante la entrada de Aguirregaray. Claro que ante un despeje fallido de Oreja en un lateral, Auzqui no perdonó y venció al arquero con una media vuelta al primer palo.

El encuentro era entretenido por los errores defensivos de los dos y las virtudes de los atacantes, sobre todo Meza por el lado de Gimnasia y Vera por el bando de Estudiantes. Así parecía irse la primera mitad, con un empate parcial justo. Sin embargo, Schunke lo agarró en el área a Barsottini y Maglio marcó el penal, que Licht transformó en gol con mucha categoría.

Gimnasia pareció aprender de la experiencia de la primera mitad y ya no reculó tanto. Es cierto que le dio la responsabilidad de llevar la pelota a Estudiantes, pero esta vez presionó más lejos y le anuló cualquier chance de acercarse a Bonnin. Y con los espacios que le regalaba Estudiantes, lo lastimó de contra: pase preciso de Licht, inteligente movimiento de Vegetti para dejar pasar el balón y definición cruzada de Meza.

El descuento rápido del debutante Acosta, tras un pase largo de Damonte, le puso emoción al cierre del partido. Ni siquiera la roja de Alvaro Pereira achicó a Estudiantes, que se fue en busca de la igualdad. Así arrinconó a Gimnasia, que sintió la presión de cerrar el partido y se encerró solito en su área, a aguantar como fuera. Y cuando parecía todo resuelto, Vera anticipó la pésima salida de Bonnin y convirtió el empate con un cabezazo. No era justo por el desarrollo, aunque fue premio por la búsqueda de Estudiantes.

En los penales, el ánimo pareció influir. Agrandado, Estudiantes arrancó en ventaja con la atajada de Navarro sobre Licht. Y terminó de consumar el festejo cuando Damonte venció a Bonnin.