Sábado, 13 de septiembre de 2008 | Hoy
ECONOMíA › PANORAMA ECONOMICO
Por Alfredo Zaiat
El economista Nouriel Roubini realizó el análisis crítico más hiriente y preciso al mundo del libre mercado representado por los Estados Unidos a partir del multimillonario rescate financiero a las entidades hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac. “Los camaradas Bush, Paulson y Bernanke han convertido a Estados Unidos en la Ussra (United Socialist State Republic of America).” La administración Bush ha destinado 200 mil millones de dólares para salvar de la quiebra a esa pareja de instituciones que reúne unos 6 billones de dólares de hipotecas, casi la mitad de los 12 billones de dólares de los préstamos inmobiliarios de todo el sistema financiero estadounidense. En ese artículo que revela el nacimiento de la Ussra, publicado en el espacio de Internet Nouriel Roubini’s Global EconoMonitor, se sostiene que “el mayor rescate y nacionalización en la historia de la humanidad viene de la administración más fanática e ideológica pro libre mercado laissez-faire de la historia de Estados Unidos. Estas son las personas que durante años vomitaron la retórica del libre mercado y el recorte de la intervención del gobierno en los asuntos económicos”. La Ussra surge con ese salvataje que aumentó el patrimonio público en casi 6 billones de dólares, al tiempo que incrementó su deuda pública/pasivos por otro monto similar. La administración Bush se ha convertido así en el gobierno dueño de los más grandes fondos especulativos en el mundo, además de que se ha transformado en el mayor operador financiero de compra apalancada, con un coeficiente deuda/acciones de treinta:6 billones de deuda contra 200 millones de dólares de capital.
Roubini es uno de los economistas estadounidense contemporáneos más rebeldes, en línea con Paul Krugman y Joseph Stiglitz, pero con posiciones que desafían aún más el discurso dominante. En ese documento considera que la nacionalización de Fannie y Freddie constituye el cambio de régimen más radical en la economía global y en los asuntos financieros en décadas. Menciona que en los últimos veinte años se derrumbó la Unión Soviética, cayó el Muro de Berlín y se expandieron las reformas en China y otras economías emergentes. En ese período la economía estatal dejó paso a las privatizaciones, política que fue apoyada con intensidad por los Estados Unidos predicando las bondades del libre mercado y de la empresa privada. Hoy, en cambio, Estados Unidos ha realizado la mayor nacionalización en la historia de la humanidad. Al presentar a la nueva nación, denominada Ussra, Roubini desafía con que el socialismo está bien vivo en Estados Unidos, aunque aclara que es un socialismo para los ricos y Wall Street. Un socialismo donde las ganancias son privatizadas y las pérdidas son socializadas a los contribuyentes estadounidenses. Está convencido de que se trata de la mayor intervención de un “gobierno socialista” en asuntos económicos desde la formación de la Unión Soviética y de China comunista. Además de Fannie y Freddie, enumera que la Ussra había rescatado a Bear Sterns, que su banca central (la Reserva Federal) sigue asistiendo con millonarios préstamos al sistema financiero, que los organismos de regulación crearon varios mecanismos de asistencia para evitar la quiebra de entidades, y que se han impulsado proyectos de ley para brindar garantías públicas para las hipotecas que tienen los bancos, entre otras medidas de fuerte intervención estatal. En ese megaoperativo, este fin de semana la administración de la Ussra definirá el destino del fallido banco de inversión Lehman Brothers. Por el diseño de esa estructura de emergencia “socialista”, Roubini señala con sarcasmo que a partir de ahora los inversores extranjeros serán bienvenidos a la United Socialist State Republic of America, donde podrán contabilizar importantes ganancias y nunca enfrentar ningún riesgo crediticio. “Los camaradas Bush y Paulson y Bernanke pasarán a los libros de historia como una troika de bolcheviques que convirtieron a Estados Unidos en la Ussra”, provoca, para apuntar que ellos eran tan ideológicamente fanáticos del libre mercado que no se dieron cuenta de que los mercados financieros sin supervisión y regulación son como una selva donde la codicia, sin temor a la pérdida o al castigo, conduce a las burbujas de crédito y bienes, a manías, eventualmente a la bancarrota y al pánico.
Para poder acercarse al entendimiento de una crisis de semejante envergadura en la meca del capitalismo mundial, no sirve recostarse en los análisis tradicionales que, en general, justifican el crac sin poder avanzar en su comprensión. En cambio, teniendo en cuenta que lo que ha emergido en esta debacle es la United Socialist State Republic of America resultan pertinentes los análisis de los economistas marxistas, puesto que ellos son los estudiosos más rigurosos del funcionamiento del sistema capitalista. En esa corriente, el economista argentino Rolando Astarita se destaca por su calidad didáctica en un terreno bastante cerrado. En un interesante documento Explicación teórica de la crisis financiera (www.rolandoasta rita.com), el docente de la Universidad Nacional de Quilmes y de Sociales y Económicas de la UBA explica:
- “La especulación en el mercado hipotecario de Estados Unidos de los últimos años hay que ubicarla en el marco de la plétora de capital que se produjo desde la salida de la recesión de 2001.”
- “Siguiendo a Marx, digamos que una plétora de capital ocurre cuando se verifica una constante acumulación de capital-dinero que busca invertirse en alguna clase de inversión que reporte interés, sin ser acompañada de una expansión paralela de la inversión y la actividad productiva.”
- “La caída bursátil de 2000 y la recesión de 2001 fue extremadamente suave gracias a los fuertes estímulos monetarios y fiscales, en el marco de una amplia financiación internacional.”
- “De manera que no se produjo una desvalorización del capital a gran escala, como ‘exige’ una crisis provocada por sobreinversión.”
- “El grave peligro de una recesión con deflación –este tema volvió a estar en la agenda de las discusiones del establishment económico– llevó a que todavía en 2003 la Reserva Federal bajara la tasa de interés al 1 por ciento, nivel en que la mantuvo hasta mediados de 2004.”
- “Por otra parte hubo fuerte presión bajista sobre los salarios. De manera que junto a los estímulos monetarios y fiscales, la entrada de capitales extranjeros y la baja del dólar, se dieron los requisitos para que las ganancias de las corporaciones estadounidenses se recuperaran.”
- “Desde 2001 el sector corporativo no financiero ha tenido los mayores excedentes financieros desde los inicios de los noventa, constituidos por beneficios no distribuidos. Pero estos beneficios aumentados no se han volcado a la inversión. Contra lo que predicen muchos modelos ‘de manual’, esta baja tasa de interés no generó un aumento de la inversión.”
Las economías más poderosas del planeta están en el medio del ojo del huracán “Subprime”, el más violento desde el crac del ’29. Aún no están saliendo de esa devastadora tormenta financiera. Con la irrupción de la Ussra, la estructura financiera global ya no será igual a la dominante durante el festín de las últimas décadas, con escasa regulación al movimiento de capitales especulativos y con organismos de control colonizados por los bancos, como destaca Joseph Stiglitz. El escenario de recesión en las potencias económicas ya se hizo presente y, por ahora, la crisis tiene como epicentro a la potencia manejada por el gobierno bolchevique de la Ussra y a los países satélites europeos.
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