Jueves, 31 de marzo de 2011 | Hoy
ECONOMíA › POLéMICA CON LA UNIóN EUROPEA POR LAS LICENCIAS NO AUTOMáTICAS DE IMPORTACIóN
El gobierno argentino defendió la vigencia de las regulaciones a la importación frente a las quejas de la Unión Europea. Un funcionario del bloque sugirió que estarían violando normas internacionales de comercio. Bianchi, de Industria, lo refutó.
Por Javier Lewkowicz
La Unión Europea se manifestó en contra de las licencias no automáticas de importación y la regulación a la industria automotriz que lleva adelante el Gobierno. El director del departamento para América latina del bloque europeo, Gustavo Martín Prada, consideró que esas medidas son perjudiciales para el acuerdo entre los dos bloques regionales (que se negocia desde mayo de 2010) y deslizó que la actual administración del comercio por parte de la Argentina podría estar violando la normativa internacional. “Las medidas se ajustan a la normativa y no tienen por qué entorpecer las negociaciones, como tampoco pensamos que las entorpece la maraña de subsidios que tiene la UE, por la cual los países en desarrollo reclamamos hace años”, respondió a Página/12 el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, que encabeza las tratativas con la UE.
“Para el clima de la negociación entre la UE y el Mercosur no es positivo que se creen nuevas barreras al comercio, porque estamos hablando de un acuerdo que prevé una liberalización muy profunda de las economías”, indicó ayer Prada en su visita al país. La Organización Mundial de Comercio (OMC) establece que las licencias no automáticas de importación (LNA) deben expedirse en un lapso inferior a los 60 días. En plena crisis internacional el Ministerio de Industria retrasó esa entrega, lo que despertó quejas en Brasil y Europa. Con las nuevas LNA que entraron en vigencia recientemente los europeos temen que las complicaciones resurjan. “Esperamos que se respeten las normas”, dijo Prada. El funcionario evaluó que la presión del Gobierno sobre las automotrices para que equilibren su balanza comercial e integren más partes nacionales “es una medida que puede ser contraria a las normas de la OMC”. “Recibimos las protestas de nuestras empresas y trasladamos nuestra inquietud al Gobierno”, agregó.
“Este comportamiento es muy común en los países desarrollados o en organismos como el FMI. Ellos hicieron durante mucho tiempo las políticas que ahora dicen que no podemos hacer”, acusó Bianchi. El prestigioso economista de Cambridge Ha-Joon Chang grafica la situación indicando que los países industrializados “patearon la escalera”, luego de haber subido hacia el desarrollo. “Históricamente la UE protege a sus mercados agrícolas, algo que afecta a la Argentina”, agregó Bianchi, y aclaró que las LNA afectan a sólo 600 productos sobre 10 mil codificados, y que las importaciones desde la UE crecieron mucho el año pasado.
De todas formas, el gobierno argentino parece entrar en cierta contradicción, ya que por un lado logró recuperar, luego de la apertura comercial salvaje de los ’90, valiosos instrumentos de administración de comercio (como las LNA, los antidumping, valores criterio), mientras que por otra vía potencia el mayor acuerdo de librecambio del mundo, con gigantes asimetrías entre los bloques y también dentro de los mismos. Incluso el rechazo a la Ronda de Doha que Argentina promovió en 2008 podría quedar empañado por esta negociación. “La Ronda de Doha no ha avanzado y pensamos que tenemos una oportunidad este año con el acuerdo entre la UE y el Mercosur, que busca liberalizar el comercio más allá de la OMC”, graficó Prada, quien consideró que además del impacto en el comercio, el acuerdo impulsaría fundamentalmente las inversiones. “El objetivo es que haya un acuerdo este año”, aseguró. Para ello sería necesario que el Mercosur termine de perfeccionar su Unión Aduanera.
Prada anticipó que antes de la ronda entre el Mercosur y la Unión Europea, que se realizará a principios de mayo en Asunción, los bloques intercambiarán por primera vez sus ofertas de forma de poder discutir sobre esa base en la reunión de Paraguay. La UE pedirá apertura comercial en bienes industriales y ciertos servicios, flexibilizar normas de inversiones, más facilidades para las compras públicas y mejoras en la regulación de la propiedad intelectual, dijo Prada.
En el gobierno argentino aclaran que, previo a la presentación de ofertas, “deberá discutirse un marco normativo que establezca reglas de origen claras, de forma que no se produzcan triangulaciones e ingresen al país productos chinos con etiqueta europea”. Aseguran que con un fuerte esquema de normas que contemple mecanismos de salvaguarda “la negociación puede ser provechosa para la Argentina”, pero son prudentes con los tiempos de intercambio de ofertas.
Por otra parte, la Unión Europea está examinando presentar una queja por la resolución oficial que termina con el sistema de reaseguros en el exterior y buscarán agregar ese tema en la negociación con el Mercosur.
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