“Esto es un castigo político, pero finalmente van a tener que cambiar los paradigmas”, afirmó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al referirse a la calificación que mantienen las agencias de rating sobre la deuda argentina. La mandataria encabezó el 157º Aniversario de la Bolsa de Comercio, que preside Adelmo Gabbi. “Comparto con Gabbi el enojo porque se mantenga la calificación de mercado fronterizo para la Argentina, pero hay aspectos que tienen más que ver con una relación de fuerzas y de poder.” La jefa de Estado hizo un breve repaso de los principales indicadores de la economía, que utilizó para hacer hincapié en el fomento de la actividad real por sobre las finanzas. En su discurso exhortó también a los ahorristas a que inviertan en las empresas y no en el dólar como refugio.

“Venimos a saludar a la Bolsa por lo que fue una sustancial mejora en el volumen de negocios, con un crecimiento entre el primer semestre de 2010 con 2011 de 138 por ciento en pesos y de 127 en dólares; lo que nos ubica entre las primeras Bolsas del mundo, tanto de países desarrollados como emergentes. Y no puede ser de otra manera, porque la economía creció de manera ininterrumpida e inédita en los últimos ocho años.” Estas fueron las primeras palabras de Cristina. En la primera fila se ubicaron los ministros de Economía, Amado Boudou; Industria, Débora Giorgi; Trabajo, Carlos Tomada; Defensa, Arturo Puricelli; Ciencia y Técnica, Lino Barañao; y Planificación, Julio De Vido, quienes alternaron con varios empresarios. La Presidenta desplegó entonces un discurso en el cual buscó siempre el anclaje de lo financiero con la actividad productiva, cuyo divorcio generó, entre otras tantas, la peor crisis financiera desde el crac del ’30. “Hoy hablar de control y regulación de los movimientos de capitales es algo casi lógico después de la experiencia de 2008. Pero cuando (Néstor Kirchner) hablaba de esas cosas, mitad le creían y mitad le desconfiaban”, recordó Fernández de Kirchner. La mandataria sostuvo entonces que la Argentina “vivió un cambio de paradigma de su matriz de acumulación”. Según explicó, previo a 2003, la matriz tenía un fuerte sesgo financiero, donde el rubro más importante de ese balance era el pago de intereses de la deuda pública. “Hoy el capítulo más importantes es la remisión de rentabilidades de las empresas multinacionales y nacionales, que son envíos producto no de la actividad financiera sino productiva”, detalló.

Destacó también lo actuado por la Anses, luego de que el país recuperara la administración de los fondos de pensión. La Anses intervino en el mercado bursátil con más de 23.500 millones de pesos a través de fideicomisos. “Hubo mucho revuelo cuando se tomó la decisión de recuperar esos recursos. En ese momento el dinero en el Fondo de Garantía y Sustentabilidad ascendía a 78.000 millones de pesos y el Estado se hacía cargo de todos los incorporados a la moratoria y del pago de haberes y jubilaciones, y hasta del 60 por ciento que estaba aportando a los fondos de pensión”, recordó. Hoy el FGS es de 192.000 millones de pesos. “Sería bueno además señalar que el costo de administrar esos fondos era de 352 millones de pesos mensuales y actualmente de 4,5 millones”, afirmó.

“Hay reglas que tenemos que cumplir los que somos más débiles. Nunca tuvimos un período de crecimiento tan importante y tan extenso. Sin embargo, cuando (la agencias de rating) nos califican a nosotros, a la Argentina, está muy bien, pero cuando lo hacen ahora a ellos (los países europeos) está muy mal”, reiteró su crítica Fernández. La mandataria explicó que eso responde a que el país “planteó un modelo y un paradigma contra la corriente imperante”. “Entonces la calificación de mercado fronterizo no es porque reunamos las condiciones. ¿Cuántos pueden exhibir un balance de pagos como nosotros?”, interrogó la mandataria. En ese sentido, consideró que la deuda que mantiene Grecia es “impagable”. “¿Alguien puede creer que Grecia está en condiciones de pagar una deuda de 330.000 millones de euros, cuando la Argentina con su volumen, su economía y producción y commodities, no pudo con una de 170.000 millones de dólares. La reestructuración definitivamente vendrá, aunque tal vez en Europa le pongan otro nombre”, afirmó.

Para concluir se dirigió nuevamente al anfitrión: “Hemos batido otro record. Adelmo Gabbi no me pidió que elimine o reduzca el encaje al ingreso de capitales”, bromeó. Este había sido un pedido que el titular de la Bolsa había reiterado en las últimas oportunidades.