El ministro de Economía, Amado Boudou, presentó el proyecto del Presupuesto 2012 durante una reunión informativa en el Congreso. “No estamos hablando de una herramienta electoral ni es un juego intelectual. Este es un instrumento de política económica concreta”, sostuvo el ministro, quien estuvo acompañado por todo su gabinete. Su discurso tuvo un fuerte tono político, con un mensaje hacia la oposición para que este año acompañe la iniciativa o, por lo menos, habilite su debate en el recinto. La norma contempla un crecimiento del PBI de 5,1 por ciento, una inflación de 9,2 por ciento y un tipo de cambio promedio ubicado en 4,40 pesos por dólar. El gasto público tendría un incremento de 18,8 por ciento, del cual el 60 por ciento estará dedicado a fines sociales. Muchos opositores se mostraron dispuestos a dar el debate, aunque criticaron la exposición del ministro (ver aparte). El próximo miércoles comenzará el debate en la Comisión de Presupuesto, conducida por Gustavo Marconato (FpV), con la presencia de Juan Carlos Pezoa, secretario de Hacienda, y Roberto Feletti, secretario de Política Económica.

Boudou estuvo acompañado por todo su gabinete, Pezoa, Feletti, el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, y distintos subsecretarios. No bien ingresó en el recientemente refaccionado salón Delia Parodi de la Cámara baja, tomó los ejemplares del Presupuesto 2012 y los puso delante suyo, para luego ser distribuidos entre los legisladores del oficialismo y la oposición. Además de los funcionarios, el ministro fue flanqueado por el presidente de la cámara, Eduardo Fellner, el titular del bloque del FpV, Agustín Ro-ssi, Marconato, Patricia Fadel, vicepresidenta de la cámara, y el senador Eric Calcagno.

“Tenemos que reflexionar en términos políticos sobre el Presupuesto. El año pasado no lo tuvimos, cuando hubiera sido importante contar con esta herramienta en un momento de incertidumbre global. De todas maneras, cuando nos quedamos sin ley, la Presidenta tuvo la fortaleza de armar su plan de gobierno”, sostuvo ayer el titular del Palacio de Hacienda. Los legisladores de la oposición se hicieron eco de estas críticas.

Durante el mayor tiempo de su exposición –que duró algo más de media hora– estuvo enfocado en explicar la situación económica global, a la que calificó de incierta y volátil. “Los países en desarrollo tendrán un crecimiento promedio de 4 por ciento, pero con muchas disparidades. Por ejemplo, Estados Unidos crecerá un 1,5 por ciento; Japón tendrá un retroceso de 0,5 y los países de la Eurozona incrementarán su PBI en un 1,6 por ciento. En cambio, Argentina crecerá un 8,1 por ciento, la segunda economía del mundo de mayor crecimiento luego de China”, explicó el ministro.

Por otro lado, su argumentación apuntó a desmitificar, de alguna manera, la idea de que el incremento del producto de los últimos años estuvo explicado por el “viento de cola”. “Sería iluso creer que lo que pasa en el país no tiene que ver con políticas del Estado”, indicó Boudou y pasó a describir alguna de las claves de los últimos años, como el desendeudamiento (la deuda en relación con el PBI pasó de un 176 por ciento a 46,3 por ciento), el incremento del comercio exterior, que pasó de un 15 por ciento del PBI a un 31 por ciento y el cambio en la orientación de las exportaciones.

Por ejemplo, en 2003 la Unión Europea recibía el 20 por ciento de las exportaciones locales, ahora lo hace en un 17 por ciento, mientras que Estados Unidos redujo su participación en seis puntos porcentuales. En contrapartida, crecieron los destinos de Asia, de un 23 a un 25 por ciento, y Brasil, que pasó de un 6 a un 25 por ciento. “Es un mito que Argentina esté cerrada al mundo. Ahora, si los que dicen esto quisieran que nuestra política se orientara hacia otros países, deberían explicitarlo”, manifestó el funcionario.

En general, la oposición se mostró receptiva a tratar el Presupuesto en el recinto. Federico Pinedo, titular del bloque del PRO, sostuvo que la iniciativa “presenta un cambio muy importante en política económica”. “Vemos una baja del gasto público, así que eso me parece que es importante”, sostuvo Pinedo.

La proyección del incremento del gasto público es de 18,8 por ciento. El 60 por ciento estará destinado a servicios sociales (salud, asistencia social, educación, vivienda, agua potable, etc.). Serán 303.027 millones de pesos, lo que representará un incremento de 20,6 por ciento en comparación con lo previsto para 2011. En cuanto al gasto destinado a fines económicos (energía, transporte, industria, agricultura, etc.), está prevista una erogación de 94.994 millones de pesos, es decir un incremento del 13,9 por ciento.

A diferencia de Pinedo, el diputado Claudio Lozano, ex Proyecto Sur y ahora enrolado en el Frente Amplio Progresista de Hermes Binner, fue más crítico. “Nosotros sabemos que la Argentina ha crecido desde 2002 en adelante y que, por lo tanto, cualquier comparación con el pasado es positiva. Sin embargo, sabemos que hay cosas que dejan mucho que desear. Decimos esto porque sólo cuatro de cada diez trabajadores están en blanco y seis de cada diez hogares tienen dificultades para llegar a fin de mes”, afirmó Lozano.

El debate en la Comisión de Presupuesto arrancará el próximo miércoles, con la visita de los secretarios Juan Carlos Pezoa y Roberto Feletti. La estrategia del oficialismo será dar el debate y lograr la aprobación antes del recambio legislativo. En este sentido, el FpV cuenta entre los votos positivos con varios legisladores del peronismo santafesino, aliados de Carlos Reutemann, y a Felipe Solá, quien esta semana renunció a la titularidad del bloque del Peronismo Federal.

“Quiero pedir, con mucha humildad pero también con la certeza de lo que hemos hecho, la posibilidad de tener aprobado el Presupuesto. Esperemos que la oposición cumpla con su rol institucional”, concluyó Boudou.