Repsol presentaría el mes próximo una demanda contra la Argentina en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial (Ciadi), reclamando una compensación por la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF. En mayo, la petrolera española le envió una carta a Cristina Fernández de Kirchner, en la que declaró la existencia de una controversia entre la compañía y el Estado argentino, con lo que dio el primer paso para llevar el caso ante el Ciadi. Entonces se abrió un plazo de negociación para que ambas partes intentaran llegar a un acuerdo antes de que Repsol presentara la demanda de arbitraje, plazo que, según la petrolera, vence el próximo 10 de noviembre.

La compañía afirma que la expropiación vulneró los compromisos asumidos en el Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones firmado entre España y la Argentina. Aunque este convenio establece un plazo de 18 meses para dirimir discrepancias entre los firmantes, Repsol entiende que es de seis meses, en virtud de una cláusula que le permite acogerse al plazo menor que figure en los tratados similares que la Argentina firmó con otros países.

El objetivo de la petrolera española es que se declare ilícita la actuación de la Argentina y que se la condene a restaurar la situación anterior o a indemnizarla por los supuestos daños y perjuicios que le ocasionó. Hasta la expropiación, Repsol era el máximo accionista de YPF, con el 57,4 por ciento del capital, una participación que la compañía presidida por Antonio Brufau valora en 10.500 millones de dólares, aunque el Gobierno ya adelantó que no está dispuesto a reconocer esa cifra. De hecho, algunos funcionarios afirmaron que debido a los pasivos ambientales que dejó Repsol, la indemnización podría reducirse a la nada.

La petrolera dejó trascender además que estudia iniciar acciones legales contra el memorando de entendimiento firmado a mediados de septiembre por YPF y la petrolera estadounidense Chevron para “explorar oportunidades de desarrollo de hidrocarburos no convencionales” en la formación de Vaca Muerta.