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La extensión del congelamiento de precios por 60 días y la creación de la Súper Card, tarjeta de compras para supermercados, recogió ayer reacciones dispares entre entidades que nuclean a pequeñas y medianas empresas, economistas y analistas, legisladores opositores y representantes de consumidores y comerciantes. Las entidades pymes y de comerciantes avalaron las medidas y pidieron que el uso de la tarjeta única se extienda a sus sectores. Desde la oposición se adujo que estas medidas no alcanzan para luchar contra la suba de precios.

La Confederación General Empresaria (Cgera) manifestó su apoyo a la iniciativa y solicitó que “se extienda su utilización a pymes, almacenes y comercios”. “Crear una tarjeta sincera los precios y condiciona a las entidades financieras, que tienen altísima rentabilidad a costa del trabajo de las pequeñas y medianas empresas”, se detalla en el comunicado de Cgera. “Si los supermercados, con el poder que tienen, pagan el tres por ciento en el costo de la tarjeta, las empresas comerciales pymes pagan tres veces más, lo que explica por qué aún el sistema financiero argentino crece por encima de la economía, en detrimento de la industria y del pueblo que consume”, señalaron.

La Cámara Argentina de Comercio (CAC) se sumó al pedido de extender el uso de la Súper Card a pequeños y medianos comercios. “Resulta necesario comenzar a analizar la posibilidad de adoptar un sistema similar, para evitar una manifiesta desigualdad hacia los comercios más pequeños”, remarcó el titular de la CAC, Carlos de la Vega. El empresario también reclamó que estos comercios excluidos puedan acceder a las promociones y descuentos que actualmente ofrecen los sectores de mayores dimensiones.

El economista Ramiro Castiñeira, de Econométrica, evaluó que “el Gobierno está pensando con estas medidas en contener precios en un año electoral y no echar más fuego en medio de paritarias”. “Si es lo único que va a hacer, no va a funcionar”, sentenció. Castiñeira consideró que “los acuerdos de precios tienen éxito y funcionan al principio, pero son difíciles de sostener en el tiempo”. Para el economista y referente bonaerense del PRO Carlos Melconian, las dos iniciativas constituyen un “intento desesperado” del Gobierno para “ocultar la decadencia del modelo económico”.

En la misma línea se posicionó el diputado del GEN-FAP y miembro de la Comisión de Defensa del Consumidor de la Cámara baja, Omar Duclós, quien sostuvo que “el Gobierno no sabe qué hacer con la inflación y por eso se empecina en querer tapar el sol con las manos; pretende entretener a los consumidores con medidas que son efectistas, pero que resultan ineficaces”. Por su parte, el titular de la Unión de Consumidores de Argentina, Fernando Blanco Muiño, manifestó que “el acuerdo sirve para contener la suba de precios, pero no alcanza para ser la única herramienta de combate a la inflación”. No obstante, consideró importante que la Súper Card “compita con otros medios de pago”.