“Estamos trabajando para que el traslado a precios no suceda”, indicó ayer el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, durante el anuncio de la liberación total de los controles cambiarios. Atribuyó el incremento de la inflación en noviembre y lo que va de diciembre al gobierno anterior, destacó la continuidad de Precios Cuidados y el diálogo con los empresarios para controlar los precios. Desde las elecciones, la expectativa de devaluación y eliminación de retenciones prometidas por Mauricio Macri llevaron al incremento de los precios y se espera que la concreción de esos anuncios multipliquen el impacto inflacionario. El Gobierno pidió colaboración a los formadores de precios pero desmanteló algunos controles. Por lo pronto, acordó con los supermercados una canasta navideña de seis productos por un valor de 54 pesos, variable según la región del país.

En los próximos meses los principales frentes de batalla en el orden económico para el Gobierno son la disponibilidad de dólares y el control de la inflación. El primero de ellos dependerá de los acuerdos con los bancos extranjeros para acceder a financiamiento y a la liquidación de la cosecha de granos. En el segundo, todas las medidas anunciadas hasta ahora tienen impacto en la inflación. La eliminación de retenciones (baja del 35 al 30 por ciento en la soja) y de los controles y cupos para exportar incrementa el precio interno de los alimentos, que se consumen directamente o se utilizan como insumos. A ello se suma la devaluación, que multiplica el precio en pesos de las materias primas.

Pero como las medidas fueron anunciadas reiteradas veces por el gobierno entrante antes de asumir, se desplegaron fuertes movimientos especulativos. Prat-Gay consideró que esas subas fueron resultado de la expectativa por la devaluación que Daniel Scioli atribuyó a Cambiemos y que supuestamente no sucederá, a pesar de que el mercado especula con un dólar de 14 pesos. Todas las consultoras coinciden en que la inflación de noviembre fue la mayor del año, y que diciembre sigue en esa tendencia. “Si alguno de precios se movió pensando en el dólar que dijo Daniel Scioli se tendrá que corregir. La suba de precios que se registró en las últimas semanas es parte de la herencia que nos deja el anterior gobierno, porque durante mucho tiempo mantuvieron controles a los precios que luego liberaron completamente”, afirmó Prat-Gay.

Consultado sobre el posible traspaso a precios de la devaluación que ocurrirá con el levantamiento de los controles cambiarios, el ministro dijo que “estamos trabajando para que eso no suceda. Ayer –por el martes– nos reunimos con 60 empresarios para arreglar la continuidad de Precios Cuidados y definir un ámbito de diálogo para lanzar un acuerdo económico y social a mediados de enero junto a cámaras empresarias y gremios”. Prat-Gay, el ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el de Trabajo, Jorge Triaca, recibieron el martes a unos 60 empresarios del supermercadismo y la industria. Fue una reunión de corte generalista, casi a modo de presentación. Le seguirán encuentros individuales, se presume.

Prat-Gay mencionó que se tomarán los precios al 30 de noviembre como fecha de referencia para el acuerdo, aunque las empresas aclararon ayer que eso no implicaba retrotraer precios. “No hubo una negociación con el Gobierno para retrotraer precios. Pidieron colaboración a los empresarios para controlar los precios, pero en ningún momento se habló de retrotraerlos al 30 de noviembre”, señaló ayer el titular de la Copal, que reúne a las empresas de alimentos, Daniel Funes de Rioja. La industria está envalentonada y pretende que se eliminen todos los controles, incluyendo Precios Cuidados, de cara a la fuerte presión de costos.

El Gobierno confirmó que continuará Precios Cuidados, aunque lo haría en un formato más reducido, concentrado en los artículos indispensables. Funes de Rioja dijo que “Precios Cuidados no es lo deseable por los empresarios, habría que buscar caminos de transición. Tenemos que ir hacia un mercado transparente basado en la competitividad. Creemos que una política sana es que haya libertad de los mercados pero con ciertos mecanismos como la defensa de la competencia”.

En tanto, el ministro recordó que “acá no está Guillermo Moreno, pero vamos a controlar que no haya abusos”. Sin embargo, se eliminaron los sistemas de solicitud de información a las empresas, algo relevante para seguir de cerca los precios; el 31 de diciembre se terminan las DJAI, que se utilizaban como prenda de negociación de los precios, y es impensable la aplicación de la Ley de Abastecimiento. Es decir, la Secretaría de Comercio cuenta con menor cantidad de herramientas para llevar cabo ese control sobre abusos.