ECONOMíA › EL BANCO CENTRAL RECONOCIó LA IMPORTANCIA DEL CANJE DE MONEDAS CON CHINA, ANTES DESPRECIADO POR EL PRO

Los yuanes ya no son papelitos de colores

Cuando el gobierno anterior concretó el swap con el país asiático, economistas de Cambiemos lo calificaron de “fantasía”. Pero ayer la autoridad monetaria convirtió los yuanes en 3086 millones de dólares para fortalecer las reservas.

 Por Cristian Carrillo

El Banco Central acordó ayer con su par chino convertir en dólares los yuanes en cartera provenientes del swap (intercambio) de monedas establecido entre ambas entidades en octubre del año pasado. Se trata de una de las iniciativas del gobierno anterior más criticadas por referentes del macrismo, que ahora es presentada por la actual administración como una medida ejemplar para apuntalar las reservas de la entidad que conduce Federico Sturzenegger. El pase a dólares de un total de 20.000 millones de yuanes producto del swap, que representan 3086 millones de dólares, no tendrá impacto en el stock de reservas, que ayer subieron apenas 27 millones, hasta los 24.433 millones. A los fines patrimoniales de la entidad, es un cambio de asiento contable, pero no deja de ser un préstamo o alquiler que deberá devolverse a los chinos en dos años y que sirvió en su momento –como ahora– para respaldar las reservas. El swap cumplió un año de vigencia y el plazo máximo del acuerdo es hasta tres, renovable cada 12 meses automáticamente.

Cuando la promesa marketinera es mostrar un aumento de las reservas aunque sea mediante endeudamiento, todo vale, incluso aquellas iniciativas más resistidas por algunos economistas que hoy integran el gobierno. Junto con el acuerdo con bancos extranjeros y de capital local para que aporten dólares, y las ventajas a las cerealeras para que apuren la liquidación de la cosecha retenida de la anterior campaña agrícola, se profundizó el alcance del swap con el Banco Popular de China que había pactado el kirchnerismo. Las críticas de la oposición a la operación fueron variopintas.

El acuerdo de swap se pactó inicialmente en 11.000 millones de yuanes contra pesos. El 30 de octubre de 2014 se efectivizó el primer tramo del acuerdo con la incorporación a las reservas de 814 millones de dólares y se realizaron luego sucesivos desembolsos hasta completar el tope acordado. El país que solicita este tipo de asistencia contingente paga una tasa de interés anual de entre 6 y 7 por ciento anual y el plazo para revertir la operación, es decir, devolver los yuanes y recibir los pesos es hasta tres años.

El flamante presidente del Banco Nación, Carlos Melconian, sostuvo al conocerse la operación que ese entendimiento era tan próximo como que “Racing juegue con la camiseta de Independiente”. El economista calificó de fantasía la iniciativa y deslizó que el efecto del acuerdo en las reservas sería inexistente. En la misma línea, el ex presidente del BCRA y actual referente del Frente Renovador, Aldo Pignanelli, alertaba que la moneda china no era una divisa calificada como el dólar o el euro. En tanto, el economista radical Nicolás Dujovne estimó que para que el convenio con China surtiera efecto habría que esperar “al menos una década y media”.

A menos de un año del acuerdo y de aquellas declamaciones, el yuan logró establecerse como moneda de reserva internacional. El Fondo Monetario anunció la inclusión del yuan en la cesta de monedas de los Derechos Especiales de Giro (DEG), que actualmente integran solo el dólar, el euro, la libra esterlina y el yen. Existen dos criterios para incorporar una moneda en los DEG: la economía debe tener una elevada participación en las exportaciones mundiales y la moneda debe ser plenamente convertible. El FMI considera que ambos requisitos ya fueron cumplidos. De hecho, el yuan ya era convertible libremente en dólares, euros u otra moneda en plazas internacionales como la de Hong Kong, Londres o Singapur, entre las más importantes. El gobierno de Macri ahora anuncia la “exitosa operación” de canje de los yuanes, a lo que se suma la ampliación en 2000 millones, que había sido acordado hace un mes por el anterior presidente del Central, Alejandro Vanoli.

Según informó el organismo, en el marco del acuerdo del 17 de julio de 2014 y uno suplementario firmado el miércoles de la semana pasada, “se han acordado entre ambos bancos centrales cinco operaciones de swap para convertir a dólares un total de 20.000 millones de yuanes que estaban depositados en una cuenta a nombre del BCRA”. Ayer se confirmó el ingreso de un total de 3086 millones de dólares en la cuenta en dólares del Central, explicaron a través de un comunicado. “Esta nueva alternativa afianza la relación entre ambas instituciones, mejorando el esquema que estaba en funcionamiento y representando un respaldo adicional a la política financiera, cambiaria y monetaria del BCRA”, agrega el comunicado realzando el acuerdo.

A diferencia de lo que habían advertido, la Argentina se había ubicado en un lugar privilegiado en la nueva configuración financiera. Con la incorporación de los yuanes a los DEG del Fondo, que utilizan los 188 países miembro, el swap cobra otra relevancia. En septiembre último se había dado un paso más en ese sentido. Los dos bancos centrales suscribieron un memorando de entendimiento para establecer mecanismos de compensación de operaciones de comercio exterior e inversión en yuanes, lo que permitirá pagar en la moneda local de cada país evitando el costo de pasar por el dólar.

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El 30 de octubre de 2014 se efectivizó el primer tramo del acuerdo con el Banco Popular de China.
 
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