ECONOMíA
La joyita de Yabrán terminó en la cartera de un fondo de inversión
El principal correo privado OCA, que el Grupo Yabrán había vendido al Exxel de Juan Navarro, pasó a manos de Advent Internacional. Ese fondo internacional asume la compañía para luego revenderla.
OCA, una de las más renombradas empresas del Grupo Yabrán y principal competidora del reestatizado correo oficial, acaba de pasar a manos de un fondo de inversión. Advent Internacional, dueño en la Argentina de Universal Assistance y de la productora de genéricos Fada Pharma, se quedó con el principal courrier privado del país asumiendo el pasivo concursal de 280 millones de dólares, un monto que puede resultar drásticamente disminuido cuando termine la negociación con el pool de bancos acreedores que la administra desde hace más de un año. Este nuevo pase de manos certifica otra derrota de las varias que sufrió el Exxel Group, otro grupo inversor que en la década pasada protagonizó un frenético proceso de compra de empresas argentinas.
En diciembre de 1997, el fondo administrado por Juan Navarro sorprendió al mercado con el anuncio de que compraba Villalonga Furlong (operadora de Interbaires, empresa que administra el free shop), Ocasa y OCA, trío de empresas pertenecientes a Alfredo Yabrán. El desaparecido empresario era el máximo responsable de un grupo que defendía su negocio con procedimientos mafiosos y, en muchas ocasiones, con el auxilio de funcionarios de turno: este holding postal había conseguido durante la última dictadura y los gobiernos de Raúl Alfonsín y de Carlos Menem una serie de medidas oficiales que perjudicaron tanto al correo oficial como beneficiaron a esas compañías privadas.
El Exxel pagó por OCA más de 400 millones de pesos/dólares, utilizando la mecánica del “apalancamiento”, es decir, asumiendo una deuda que fue cargada sobre la propia compañía adquirida. La misma fórmula que utilizó Navarro para comprar otras empresas, que también terminaron concursadas y en manos de sus acreedores: Freddo, Havanna o Interbaires, entre ellas.
Por esa vía, OCA asumió una deuda de 195 millones de dólares con un grupo de bancos liderados por el Deutsche y también integrado por el Credit Suisse First Boston, UBS, Río, Citibank, Bank of American, American Express, ING y JP Morgan-Chase Manhattan. Este conglomerado asumió la administración directa de la compañía el 11 de diciembre de 2002, tiempo después que OCA dejara de pagar no sólo los intereses sino el capital de esa deuda, y a mediados del año pasado estuvo a punto de rematarla, desalentado por la escasez de un interesado firme.
Pero desde ayer, finalmente, el Advent Internacional se hizo cargo de la compañía postal asumiendo el compromiso de saldar su pasivo que, según los voceros de ese fondo inversor, hoy asciende a 280 millones de dólares, de los cuales 240 son obligaciones contraídas con esas entidades financieras.
El monto final de esa operación y la forma de pago –la quita y cuotas para cancelar la deuda– es algo no precisado, ya que “dependerá del resultado de la convocatoria”. Pero lo que de fondo admite es su propósito de comprar una compañía operativamente superavitaria para mejorarla y volverla a vender en el corto o mediano plazo, ya que su objetivo no es el negocio postal sino, precisamente, obtener una diferencia entre los valores de compra y venta, después de haber corregido la administración de la empresa adquirida.
Bajo la nueva administración, OCA se consolidaría como principal competidora del correo oficial, que el Estado hace poco rescató de las manos del Grupo Macri con el propósito de reprivatizarla en pocos meses. Pero Advent no contempla la posibilidad de participar en ese futuro concurso, simplemente, porque la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia ya bloqueó en marzo del 2001 la fusión entre esta firma postal y el Correo Argentino con el argumento de que la nueva empresa, surgida de esa unión, tendría el monopolio absoluto del mercado.
Pero a pesar de esta restricción, Advent Internacional (que desde 1984 habría obtenido más de 6 mil millones de dólares de inversores corporativos e institucionales) asegura que las perspectivas de OCA son muy buenas. Por esta razón, el fondo la había elegido después de analizar la situación de muchas empresas argentinas que quedaron igualmentedebilitadas tras la devaluación por tener ingresos en pesos y fuertes deudas en dólares.