ECONOMíA
Por las acusaciones de Kirchner, las petroleras dijeron No al acuerdo
Fracasó la reunión en la que debía acordarse una estrategia para el despacho de gas en invierno. Las productoras frenaron el acuerdo después de que el Presidente las acusó de no invertir.
Por Raúl Dellatorre
La Secretaría de Energía fracasó ayer en su intento de comprometer a las empresas petroleras en una respuesta común frente a la crisis de abastecimiento de gas para este invierno. Mañana, viernes, habrá otro intento, quizás en un encuentro con ánimos menos caldeados que los de ayer. La representación empresaria no ocultó su disgusto por los dichos del presidente de la Nación del martes último, cuando desde una tribuna acusó a las empresas del sector de haber retaceado inversiones desde 1996 a la fecha, y no se privó de pasar factura. La embestida empresaria achica los márgenes de movimiento del Gobierno, al menos, en su apuesta a una carta única: lograr el acuerdo de las petroleras para compartir la responsabilidad de los cortes del suministro a cambio de un importante aumento del precio del gas en boca de pozo para las próximas dos temporadas.
La rutina del repaso del diagnóstico sobre el desbalance entre oferta y demanda de gas para las próximas semanas dejó paso, esta vez, a un fuerte cruce de reproches entre el sector empresario y Daniel Cameron, secretario de Energía, habitualmente de buena sintonía con el pensamiento de los petroleros. “Es necesario tener racionalidad para manejar la crisis”, le reclamaron quienes explotan los principales yacimientos del país al Gobierno. Aludían así a que, mientras se les pide un acuerdo en privado, Néstor Kirchner los culpabiliza en público. “No vamos a entrar en una discusión a través de los medios, pero así tampoco vamos a avanzar”, advirtieron. Transcurrida apenas media hora de encuentro, era evidente que no era el día para alcanzar consensos.
Empresarios y funcionarios volverán a encontrarse mañana, con un menú de opciones bastante restringido. De esta serie de encuentros están participando no más de media docena de empresas, todas productoras de gas y petróleo: Repsol-YPF, Petrobras, Pan American Energy y Tecpetrol, entre las permanentes, y Total, Vintage y Pioneer, entre las de presencia intermitente. El Gobierno ofreció aplicar un cronograma de aumentos al gas en boca de pozo (pesificado y congelado desde enero de 2002) que va de mayo de este año a junio de 2006 y permitiría acumular un ajuste total del 100 por ciento. Las empresas reclamaron que el primer aumento se anticipe a abril, frente a lo cual Energía reclamó, como contrapartida, que Total y Pan American Energy desistan de sus demandas ante el Ciadi, tribunal internacional de controversias en materia de contratos y tarifas.
Si hay acuerdo sobre precios, el Gobierno espera que las productoras liberen al despacho de inmediato entre 5 y 7 millones de metros cúbicos adicionales por día, que hoy retienen bajo la excusa de “tareas de mantenimiento en los pozos”. Además, está previsto tener operativo en 20 días el gasoducto que une los yacimientos de Bolivia al norte argentino para sumar otros cuatro millones de m3 diarios al despacho. También habría una inyección adicional desde el yacimiento Carina, en el sur del país, pero en este caso el gran limitante es el gasoducto troncal que transporta el fluido hasta Bahía Blanca.
Aun en esta conjunción de hechos, el gas seguirá siendo insuficiente frente a la demanda cuando se sume el consumo para calefacción en invierno. Ello obligará a seguir con los cortes rotativos a industrias, centrales térmicas y otros grandes consumidores. Aun así, no está garantizado que los consumidores residenciales estén a salvo en días de pico de consumo. No hay acuerdo sobre quién ordenará cerrar el grifo, si el Gobierno o las petroleras. Nadie quiere quedar como el malo de la película.