EL MUNDO › A PARTIR DE ENERO, LOS CUBANOS PODRáN VIAJAR SIN NECESIDAD DE UN PERMISO

Cuba abre las puertas de salida

La reforma migratoria divulgada ayer por el gobierno de Raúl Castro flexibiliza movimientos de residentes y emigrados, aunque mantiene alguna limitación. Elimina la necesidad de una carta de invitación para viajar y prolonga la estadía.

A partir del 14 de enero de 2013 los cubanos podrán viajar al extranjero sin necesidad del restrictivo permiso de salida vigente durante décadas, gracias a una reforma migratoria divulgada ayer que flexibiliza movimientos de residentes y emigrados, aunque mantiene algunas limitaciones. Cuba amaneció ayer con la noticia de una esperada actualización migratoria que el presidente Raúl Castro ya adelantó en agosto de 2011 y con la que profundiza en el plan de reformas y eliminación de prohibiciones que se llevó a cabo durante su mandato.

La noticia de que las autoridades dejarán de exigir la carta de invitación y el permiso de salida necesario conocido como “carta blanca” llegó lentamente en el transcurso de la mañana de ayer a la calles de La Habana. El anuncio fue hecho en la madrugada en los medios estatales y muchos cubanos se fueron enterando poco a poco. “¡Qué! ¡Qué bueno!”, dijo Suset, una habanera de 26 años que trabaja limpiando casas, cuando se enteró en la calle. Incluso los diarios impresos como el órgano oficial Granma se reparten con lentitud en la nación antillana.

Con las muestras de alegría y estupor se mezclaban también las primeras señales de cautela. “Me parece un paso positivo, si es verdad”, dijo Alfredo, un licenciado en Estudios Sociales, que ve en la reforma un avance hacia un modelo de “sociedad contemporánea”. “Eso tenía que haber pasado hace años”, indicó Caridad, de 55 años. “Vamos a ver si no hay una contramedida”, agregó Alfredo. Como graduado universitario, él pertenece al grupo que podría verse sometido a restricciones para evitar el “robo de talentos” que teme el gobierno (ver recuadro).

Los decretos publicados ayer en la Gaceta Oficial, firmados por el presidente Raúl Castro y otros funcionarios, suprimen el permiso de salida que las autoridades podían conceder o negar a los solicitantes, los que debían pagar 150 dólares. La medida también elimina la necesidad de una carta de invitación para viajar al extranjero, solicitada por parientes o amigos en otros países a un costo de 200 dólares y prolonga de once a 24 meses la autorización de estadía en el exterior de los ciudadanos cubanos. Los mismos decretos establecen que no tendrán derecho a pasaporte los presos, procesados por la Justicia, deudores del Estado y los que por razones de defensa y seguridad nacional, las autoridades estimen que no deben ser acreedores de ese documento.

Hasta ahora, los movimientos al extranjero de los cubanos estaban regulados por un conjunto de sucesivas normas draconianas y costosos y restrictivos trámites tanto para salir del país como para permanecer en el extranjero y regresar a la isla. De este modo, los cubanos residentes en la isla podrán viajar sólo con su pasaporte corriente actualizado (cuyo precio es de 55 a 100 CUC, moneda fuerte casi equivalente al dólar) y el visado que exija el país de destino.

Otra de las novedades es la ampliación del tiempo que un cubano puede permanecer en el extranjero, que pasa de 11 a 24 meses sin necesidad de prórrogas. Si lo que logran es un permiso para residir en el extranjero, el plazo máximo de estancia será de entre tres y cinco años según el caso. Los que abandonaron definitivamente el país, es decir los emigrados, podrán viajar a la isla y permanecer durante 90 días sin prórrogas, un plazo que se amplía a 180 días si se trata de ciudadanos cubanos que tienen permiso de residencia, conocido como PRE. Los emigrados también podrán solicitar en las embajadas y consulados de Cuba establecer de nuevo su residencia en la isla.

Esta reforma deroga además definitivamente la ley 9/89 del año 1961 sobre confiscación de bienes, derechos o valores de las personas que abandonan el país, una medida que ya estaba contemplada en las normas aprobadas el año pasado para autorizar la compra-venta de viviendas o vehículos entre particulares. La medida es una de las que había anunciado el presidente Raúl Castro a mediados de 2011 y uno de los cambios más anhelados en la isla. Prácticamente todo cubano tiene un familiar en el exilio, sobre todo en Estados Unidos.

La nueva regulación, que pretende “normalizar las relaciones de la emigración con su patria”, también flexibiliza algunas condiciones para los cubanos que están en el exterior. Las autoridades migratorias de la isla resaltaron que las nuevas regulaciones, que entrarán en vigor el 14 de enero de 2013, no son cambios cosméticos sino “sustanciales”, “profundos” y “muy favorables” para la población.

Por otra parte, el gobierno aspira a no perder talentos. “Mientras persistan las políticas de Estados Unidos que favorecen el ‘robo de cerebros’, dirigidas a despojarnos de los recursos humanos imprescindibles para el desarrollo económico, social y científico del país, Cuba estará obligada a mantener medidas para defenderse en este frente”, dijo un editorial del diario Granma publicado ayer. El medio consideró que “cualquier análisis que se haga de la problemática migratoria cubana pasa inexorablemente por la política de hostilidad que el gobierno de Estados Unidos ha desarrollado contra el país por más de 50 años”.

Señaló “el doble rasero y el carácter inhumano de esta política, que estimula por una parte las salidas ilegales del país y, por otra, obstaculiza la posibilidad de emigrar de manera legal, ordenada y segura, ha tenido la clara intención de convertir a los cubanos que desean establecerse en otros países, en supuestos opositores políticos y en un factor de desestabilización interna”.

La supresión del permiso de salida, la carta de invitación y otras restricciones fueron unas de las demandas más frecuentes en las asambleas populares previas al VI Congreso del Partido Comunista, celebrado en abril de 2011, y de una serie de académicos como Esteban Morales y artistas como Silvio Rodríguez, ambos simpatizantes del gobierno.

Según Granma, “paulatinamente se adoptarán otras medidas relacionadas con el tema migratorio, las cuales sin dudas coadyuvarán también a consolidar los prolongados esfuerzos de la Revolución en aras de normalizar plenamente las relaciones de Cuba con su emigración”.

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Los cubanos residentes en la isla podrán viajar sólo con su pasaporte corriente actualizado a partir del 14 de enero.
Imagen: EFE
 
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