El presidente de Bolivia, Evo Morales, confesó su inquietud por la situación de su par venezolano, Hugo Chávez, quien continúa internado en Cuba por un cáncer pélvico. El mandatario boliviano se refirió a su aliado en medio de versiones contradictorias sobre el verdadero estado de salud del comandante bolivariano. “La situación del hermano Chávez es muy preocupante. Ojalá que pronto estemos acompañándonos”, dijo el jefe del Ejecutivo boliviano en una conferencia de prensa que se llevó a cabo en la ciudad de Cochabamba, en el centro de Bolivia.

“Hay que salvar la vida del hermano Chávez”, arengó Evo Morales, hombre incondicional del presidente venezolano y primera voz importante y cercana que se escucha con tono alarmista sobre el estado de salud de su colega. Evo Morales precisó además que no logró comunicarse en los últimos días con el vicepresidente venezolano, Nicolás Maduro, para ser informado sobre la salud de Chávez. “Hablé con la familia y traté de comunicarme con el vicepresidente, pero ha sido difícil”, lamentó Evo. Morales sigue a diario el estado de salud de Chávez, después de haber viajado hace diez días a La Habana para visitarlo personalmente.

“Me duele mucho (lo que le sucede a Chávez)”, dijo el mandatario boliviano, quien desde que llegó al poder en enero de 2006 tejió una fuerte alianza política e ideológica con el líder venezolano, operado hace 22 días de un cáncer en La Habana y que permanece desde ese entonces en Cuba. Morales señaló además que también a él los médicos le recomendaron cuidar la salud, tras jornadas laborales que suelen comenzar en la madrugada y terminar después de 14 y hasta 16 horas de trabajo.

“Al tema de salud yo no le daba mucha importancia, ahora que estamos viendo, escuchando lo del hermano Hugo Chávez, hermano latinoamericano, compañero de lucha, después de escuchar noticias, me he dado cuenta de que es tan importante el tema de la salud”, acotó Morales, que cumple el próximo 22 de enero siete años en el poder.

Por su parte, el gobierno brasileño, que también sigue el estado de salud de Chávez, no cree que haya razones para inquietarse por el futuro de Venezuela. “El gobierno acompaña con preocupación la situación del presidente”, señaló un funcionario del Palacio del Planalto que pidió reserva y declinó referirse al futuro de Venezuela, en caso de que Chávez no pueda asumir un nuevo mandato el 10 de enero. “No hay motivos para preocuparse, creer que algo extraordinario pueda ocurrir en el futuro con Venezuela”, agregó.

El funcionario afirmó que el gobierno brasileño no tiene información diferente de la difundida por las autoridades venezolanas, según la cual Chávez atraviesa por un complejo estado posoperatorio tras ser sometido a una cuarta intervención contra el cáncer el 11 de diciembre en La Habana.

“Brasil mantiene sus contactos con Venezuela con la regularidad de siempre, independientemente de lo que se ha conocido sobre la salud del presidente Hugo Chávez”, indicó, por su parte, una fuente de la cancillería.

Ambos funcionarios dijeron desconocer si la presidenta Dilma Rousseff –sin agenda oficial desde el viernes por las fiestas de fin de año– mantuvo un nuevo contacto con Caracas tras la llamada que realizó el 18 de diciembre. Entonces, la mandataria brasileña habló con el vicepresidente Nicolás Maduro y recibió información de que el presidente se estaba recuperando de la cirugía, y le deseó pronta recuperación. Posteriormente, el canciller brasileño, Antonio Patriota, afirmó que no tenía razones para creer que en Venezuela no se mantendría la vigencia democrática si Chávez no retornaba al poder.

“El pueblo de Venezuela seguirá marcando la pauta de esta revolución más allá de que nosotros perdamos un liderazgo”, afirmó Miguel, portavoz de uno de los consejos comunales del popular barrio 23 de Enero, bastión del chavismo en Caracas. “El pueblo ve a Chávez invencible. Chávez volverá. Veremos a nuestro comandante sano, veremos a nuestro comandante libre de todo mal y lo esperamos con mucho entusiasmo”, afirmó con pasión este archivista que dedica todas las tardes y fines de semana a atender los problemas de los vecinos y a coordinar actividades en el barrio.