Lunes, 6 de enero de 2014 | Hoy
EL MUNDO › PELIGRAN LAS OBRAS DE AMPLIACIóN DEL CANAL DE PANAMá
Mientras el consorcio internacional GUPC amenaza con paralizar las obras si no se contempla un sobrecosto de 1625 millones de dólares, la Autoridad del Canal de Panamá asegura que tiene un plan B.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) aseguró ayer que dispone de un plan alternativo en caso de que el Consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que construye un sistema de esclusas, paralice las obras, a consecuencia del conflicto por la demanda de sobrecostos en la construcción. Jorge Luis Quijano, administrador de la ACP, dijo que, ante una eventualidad, el organismo tiene la facultad de asumir el proyecto de expansión en la franja canalera y contratar a una compañía administradora de las obras para garantizar el tránsito de los grandes buques. En tanto, el coordinador de la junta directiva del GUPC, Paolo Möder, criticó la falta de diálogo de la ACP y reiteró que el 20 de enero suspenderá la construcción del tercer juego de esclusas si sus reclamos económicos son ignorados. En este contexto, el presidente panameño, Ricardo Martinelli, recibirá hoy a dos altos funcionarios del gobierno de España, en medio de la crisis suscitada por el anuncio de la suspensión de las obras de ampliación del Canal de Panamá por parte del consorcio adjudicatario de los trabajos, integrado, entre otras, por una empresa española.
Los funcionarios españoles que se entrevistarán con Martinelli son la ministra de Fomento, Ana Pastor, y el secretario de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Jesús Gracia, informaron en Madrid fuentes del Ministerio de Fomento. Pastor y Gracia visitarán también, por separado, a los principales ejecutivos del consorcio GUPC y a los dos funcionarios de mayor responsabilidad en la cuestión, el ministro de Asuntos del Canal, Roberto Roy, y Quijano. Con esta visita, Pastor pretende ayudar y mediar en la resolución del conflicto desatado después de que el consorcio, encabezado por la compañía española Sacyr, anunciara que planea paralizar las obras, dijeron las fuentes.
La visita de Pastor a Panamá había sido anticipada por Martinelli el viernes, tras conversar con el embajador español, Jesús Silva, y el encargado de negocios de Italia, Massimo Tudinni. Un día antes, Martinelli había dicho que viajaría a España e Italia “a exigirles a estos gobiernos, porque no puede ser que una empresa meta una cantidad enorme de sobrecostos en una obra de ampliación que es una obra de la humanidad”. El GUPC, integrado además de Sacyr por la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, anunció el miércoles que en 21 días suspendería las obras de ampliación si la ACP no le reconocía sobrecostos estimados por el consorcio en 1625 millones de dólares.
El consorcio se adjudicó el proyecto de ampliación por un valor global de 5250 millones de dólares, de los cuales 3118 millones corresponden al contrato para la construcción del nuevo complejo de esclusas que permitirán duplicar la carga que pasa por la vía interoceánica. En una carta de preaviso enviada a la ACP, el GUPC explicó que tomó la decisión de anunciar la suspensión de las obras ante la falta de respuesta por parte de la ACP y del seguimiento de las conversaciones iniciadas sobre sus reclamos económicos.
La ACP rechazó de manera categórica las presiones del GUPC para negociar fuera del contrato sus reclamos de mayores costos, exigió al consorcio que presente sus peticiones por las vías establecidas legalmente y expresó su esperanza de que finalice el proyecto de ampliación. En una entrevista divulgada ayer por una emisora panameña, Quijano advirtió que la obra no puede ser rehén de un contratista. “Lo que no podemos nosotros es ser rehén de un contratista, porque esto va más allá de un contrato; si un contratista abandona una obra, eso no es serio; cómo nosotros podemos seguir contratando si hacemos un arreglo fuera de nuestras reglas”, afirmó el funcionario. Quijano indicó además que había solicitado una reunión con representantes de la empresa afianzadora Zurich América, para conocer cómo procedería si el consorcio GUPC se retira del proyecto canalero.
Voceros de la ACP afirmaron que desde el 30 de diciembre, cuando el GUPC presentó una carta de aviso de suspensión, es visible que el ritmo de trabajo se redujo, aunque dijo no tener un cálculo preciso de en cuánto estimaba esa disminución.
Hasta la fecha, la ACP desembolsó 2831 millones de dólares al GUPC, de los cuales, 2047 millones corresponden a pagos por avance de obra y 784 millones en adelantos. El GUPC presentó la oferta más baja (3200 millones de dólares) en una licitación internacional, por debajo del precio base, lo que sorprendió entonces a los competidores y analistas, y generó dudas en el sector marítimo y naviero en materia de riesgos financieros.
Tras el inicio de los complejos trabajos de expansión, el consorcio enfrentó una serie de dificultades, entre ellas huelgas, el despido de empleados, accidentes fatales, así como órdenes de remover capas de concreto y otros materiales que no pasaron los controles técnicos y de calidad de la ACP.
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