Miércoles, 21 de mayo de 2014 | Hoy
EL MUNDO › A PEDIDO DE UN GRUPO DE DECANOS DE FACULTADES DE MEDICINA, POR UN CASO EN PAKISTáN
Los decanos habían escrito una carta para protestar porque la CIA había usado a un médico paquistaní para conseguir muestras de ADN de Bin Laden a través de una falsa campaña de vacunación contra la polio en la zona donde se escondía.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos se comprometió a no volver a usar en sus operaciones falsas campañas de vacunación, como ocurrió hace tres años durante la búsqueda del fallecido líder de Al Qaida, Osama bin Laden, informó ayer el diario The Washington Post. Así lo expresó una asistente en Seguridad Nacional del presidente Barack Obama en una carta de respuesta a los decanos de doce facultades de salud pública estadounidenses que se quejaron del perjuicio que suponen ese tipo de prácticas para toda la comunidad sanitaria del país.
El diario citó como fuentes a la asesora Lisa Monaco y a la portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, Caitlin Hayden. Los decanos habían escrito una carta a Obama en enero de 2013 para protestar por la operación en la que la CIA usó al médico paquistaní Shakil Afridi para conseguir muestras de ADN que pudieran confirmar la presencia de Bin Laden en la zona a través de una falsa campaña de vacunación contra la polio en Abbottabad (al noreste).
A pesar de que una de las enfermeras involucradas en la misión logró ingresar a la residencia donde después moriría el ex líder de Al Qaida, el plan nunca llegó a su final, fue considerado un fracaso por la CIA y Afridi fue condenado por traición a 33 años de cárcel. “Encubrir operaciones de inteligencia con servicio público humanitario ha provocado consecuencias colaterales que han afectado a toda la comunidad de la salud pública”, escribieron los decanos en su carta al mandatario. Según el diario estadounidense, el gobierno respondió a los decanos el pasado viernes y prometió que la CIA no repetirá ese tipo de prácticas. “La agencia no hará uso de los programas de vacunación para sus operaciones, lo que incluye a los trabajadores de estas campañas. Tampoco buscará obtener o utilizar –para sus operaciones– las muestras de ADN o de otro material genético recabadas con estos programas”, se comprometió la Casa Blanca en su carta.
Pero más allá de la vida truncada del doctor-espía, la falsa campaña de vacunación llevó a que se extendiera la desconfianza hacia cualquier grupo de médicos o enfermeros que pretendían programas de inmunización, tales como la polio, enfermedad sobre la que la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró a principios de este mes alerta mundial ante el aumento de casos de un mal que se creía erradicado.
El fraude que representaba el doctor Afridi fue revelado en 2011, tras la muerte de Bin Laden, por el diario británico The Guardian y confirmado por el entonces director de la CIA Leon Panetta. El ex líder terrorista fue asesinado en mayo de 2011, durante una operación clandestina de comandos estadounidenses en la ciudad paquistaní de Abbottabad, donde el jefe extremista se ocultaba.
La exposición a la luz pública de la estrategia llevó a que varios grupos de aldeanos de las zonas tribales en la frontera afgana y grupos de talibanes dieran por abierta la veda contra los trabajadores sociales que llevaban a cabo auténticas campañas de vacunación, acusándolos de espías. En su momento, la OMS reconoció que lo realizado por la agencia de inteligencia norteamericana había sido sin duda un duro revés para los esfuerzos de sus campañas.
The Washigton Post reveló también que el director de la CIA, John Brennan, se comprometió en agosto de 2013 a “no hacer uso operativo de los programas de vacunación”. Por su parte, Mónaco dijo que las políticas de la CIA se aplican en todo el mundo y en los Estados Unidos tratando a todas “las personas por igual”. La carta de Mónaco se produjo días después de que Pakistán actuara para sofocar una creciente crisis de polio dentro de sus fronteras. “Los decanos advirtieron el año pasado que el uso por la CIA del programa de vacunación había sido determinante en el tiroteo de varios trabajadores de la salud en Pakistán y podría obstaculizar los esfuerzos de lucha contra la polio”, publicó el diario estadounidense. Organizaciones internacionales humanitarias en Pakistán se vieron obligadas a abandonar ese país y algunos de sus empleados resultaron muertos por acciones violentas de grupos armados que percibían sus actividades como tareas de interés de los servicios de inteligencia estadounidenses. Los ataques provocaron 56 muertes desde diciembre de 2012.
El artículo también destacó las concecuencias que el plan puede tener para el presidente Obama. “El uso de la CIA de un programa de vacunación contra la polio (..) socavó el propio discurso de Obama para el mundo musulmán en 2009, en el que promociona los esfuerzos de Estados Unidos para contrarrestar el crecimiento de la polio en Pakistán, Afganistán y Nigeria. Con las garantías de la administración de Obama, los eruditos musulmanes emitieron decretos religiosos que instan a los padres a vacunar a sus hijos”, aseguró.
Pakistán es el único país con poliomielitis endémica, según informó la OMS. Pakistán representó más de una quinta parte de todos los casos de polio identificadas en todo el mundo en 2013. La semana pasada, el Ministerio de Salud de ese país anunció que iba a requerir que todos los viajeros que salen de sus fronteras primero se vacunen contra la poliomielitis. Esa decisión siguió a la declaración de la Organización Mundial de la Salud a principios de este mes de que la propagación de la polio era una emergencia de salud pública internacional.
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