El Departamento de Estado de EE.UU. autorizó ayer la salida voluntaria de Mali de su personal diplomático no esencial y sus familiares, ante el “potencial de ataques” en todo el país, días después de la muerte de una ciudadana estadounidense en el atentado terrorista a un hotel de Bamako. “El entorno de seguridad en Mali sigue siendo volátil y el potencial de ataques en todo el país, incluido en Bamako, continua”, sostuvo el Departamento de Estado en un alerta de viaje. La alerta recuerda que el pasado 20 de noviembre una ciudadana estadounidense y otras 18 personas de varios países murieron en el ataque de dos jihadistas al hotel Radisson Blu de Bamako. “Solicitamos a los ciudadanos estadounidenses que ya están en Mali que revisen su seguridad personal y sus planes de seguridad para determinar si deberían irse”, indica la alerta.