La celebración por un nuevo aniversario del Estado de Israel en Buenos Aires fue saboteada por unas veinte personas con palos y cadenas. Hubo corridas y golpes de quienes, según testigos, portaban volantes con la identificación del Frente de Acción Revolucionaria (FAR). Las autoridades israelíes en el país calificaron lo sucedido de “barbarie”. Un abogado acompañó al hospital a dos heridos con lesiones graves y sus rostros desfigurados. Un policía quedó internado en el Hospital Churruca y fueron detenidas cinco personas. El acto quedó interrumpido durante media hora y terminó con la detención de cinco personas. Los ministerios de Justicia y de Relaciones Exteriores repudiaron el ataque, al igual que el Instituto contra la Discriminación (Inadi). Lo mismo hizo la Federación Palestina en Buenos Aires.

Los incidentes se produjeron sobre Avenida de Mayo al 600. El gobierno porteño y la embajada de Israel organizaban allí una celebración en el marco del 61º aniversario de la constitución del Estado de Israel. De acuerdo con testigos, la agresión empezó cuando un grupo de veinte personas emergió de la estación Perú del subterráneo. Un testigo directo indicó que los que originaron la batalla llegaron con palos, cadenas y volantes con la inscripción de la FAR. En los últimos meses, la FAR protagonizó un escrache a un empresario de la comunidad judía, en un hotel del microcentro porteño. Pero la participación de la organización ayer aún no está clara. La Agencia Judía de Noticias anoche no la daba por cierta y señalaba a grupos “no identificados, con carteles antisionistas”, que se manifestaron “a golpes de puños” y “hubo fuertes forcejeos”.

El abogado Alejandro Broitman, que se presentará como querellante, contó que los agresores “salieron a pegar indiscriminadamente a mujeres, hombres y chicos con palos y nunchakus”. El abogado acompañó al hospital “a tres heridos, dos de ellos con lesiones serias, de gravedad, con importantes suturas y desfiguración de rostros. Esa gente salió a pegar a mansalva y estuvieron a pocos metros del embajador de Israel que pudo ser socorrido por sus hombres”.

Según la policía, los agresores fueron integrantes de la colectividad palestina, pero la Federación Palestina lo negó: “Ninguno de nosotros estuvo involucrado en esa actividad y es difícil que sean de origen palestino porque somos un grupo muy pequeño. Nosotros en este momento estamos de luto, pero eso no quiere decir que no repudiemos acciones que atentan contra la libertad de expresión”, dijeron a este diario.

El embajador de Israel, Daniel Gazit, definió lo ocurrido como “un acto de barbarie, contra esto luchamos, esto es el terrorismo”. En ese tono, el secretario general de la AMIA, Julio Scholesser, manifestó que lo que ocurrió se produjo porque hubo “una zona liberada, sin ningún policía”.

El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, repudió los hechos y aseguró que no hubo zona liberada. Alegó que, si no, no se hubiese detenido a los “cinco violentos” con la celeridad con la que se lo hizo y no hubiese habido un policía en el hospital. El canciller Jorge Taiana le pidió al secretario de Relaciones Internacionales, Victorio Taccetti, que se comunique con Gazit para expresarle de manera oficial “el repudio de todo el Gobierno” a los incidentes. María José Lubertino, titular del Inadi, manifestó su “más enérgico repudio a la agresión antisemita y se puso a disposición de las autoridades”.