Las audiencias finales del juicio que la Argentina entabló contra Uruguay por la instalación de la pastera Botnia se llevarán a cabo a partir de mediados de septiembre, según informó ayer la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Luego de más de tres años de proceso, ambas partes tendrán una última oportunidad de exponer sus argumentos, antes de que el tribunal se aboque a la confección de la sentencia, que se conocería en el primer trimestre del año que viene.

El máximo tribunal de Justicia de la ONU dio a conocer a través de su página de Internet el cronograma de audiencias, que se desarrollará entre el 14 de septiembre y el 2 de octubre. Durante esas dos semanas, la Corte, además de atender las razones de ambas partes, podrá solicitar otras pruebas in situ, inspecciones y opiniones de expertos representantes de organismos internacionales. La Argentina y Uruguay, por su parte, podrán hacer públicas las pruebas ambientales cuyos resultados se mantuvieron en secreto hasta ahora, lo que podría arrojar nuevos datos en la causa.

Si bien la fecha de esta nueva instancia se difundió oficialmente ayer por cuestiones de tiempos legales, tanto en el Gobierno como en las asambleas que se oponen a la pastera desde el primer momento ya venían manejando esta información desde hace tiempo. En Cancillería impera una cauta calma, habida cuenta de que se trata de un proceso legal y cualquier traspié podría poner en peligro el resultado del mismo.

Entre los ambientalistas, en cambio, reina un optimismo moderado. En diálogo con Página/12, Jorge Fritzler, miembro de la asamblea de vecinos de Gualeguaychú que desde noviembre de 2006 mantiene cortado el paso fronterizo que une esa ciudad con la uruguaya Fray Bentos, sostuvo que “las expectativas son las de siempre: esperamos que pase lo que tenga que pasar y que la empresa se tenga que ir de acá”. “Según nos han contado fuentes extraoficiales, hay muchas pruebas de contaminación tanto en aire como en agua”, confesó Fritzler.

Los resultados de las pruebas realizadas por la Secretaría de Medio Ambiente son un secreto guardado bajo siete llaves: sólo será revelado ante el Tribunal, cuando éste lo disponga. Los estudios ya fueron presentados en tiempo y forma a las autoridades por la delegación argentina que ya se encuentra en Suiza.

Por su parte, otro asambleísta, Juan Veronesi, sostuvo que “la apertura de la instancia verbal es muy importante, ya que la Corte escuchará a las dos partes, y se entiende que en esas audiencias pueden aportarse nuevas pruebas y argumentos en favor de la postura de Argentina”. En declaraciones a una radio local, Veronesi sostuvo que “esos 15 días serán cruciales y la decisión de La Haya seguramente será a favor de la Argentina”.

A pesar de que confían en que la Corte Internacional le dé la razón a la postura argentina, en Gualeguaychú no bajan la guardia. No habrá un cambio de políticas de cara a este nuevo paso en el juicio y se descarta que ante un resultado adverso la protesta va a continuar.

“La protesta va a seguir hasta que Botnia se vaya a otro lugar –se plantó Fritzler–. El corte continúa como hasta ahora, no hemos tratado el tema de levantarlo y no creo que se vaya a tratar.” La próxima asamblea será este domingo y, seguramente, se discutirán las consecuencias de estos nuevos plazos anunciados ayer. Sin embargo, “no hay nada especial” pensado al respecto. “Continuaremos luchando, como venimos, haciendo todo lo posible para que a Botnia no le resulte tan rentable estar establecida aquí. Si la Corte falla en contra, buscaremos nuevas formas de seguir con nuestro reclamo, aunque todavía no sabemos de qué manera”, concluyó el ambientalista.