EL PAíS › EN LA REUNIóN CON LOS GOBERNADORES, CRISTINA KIRCHNER ANUNCIó QUE ESTABA DISPUESTA A ELIMINAR EL IMPUESTO AL CHEQUE

“Es distorsivo y se está evaluando la derogación”

Los diecisiete gobernadores convocados estuvieron en el almuerzo en Olivos. Plantearon diversas propuestas para distribuir los recursos nacionales. La Presidenta hizo una proyección de los números y los sorprendió con la posible anulación del impuesto.

 Por Alejandra Dandan

Los diecisiete gobernadores se sentaron alrededor de una mesa cuadrada, que evitó las cabeceras. Cristina Kirchner se sentó, sin embargo, al lado de Daniel Scioli y del más distante Juan Schiaretti. Los primeros 45 minutos le permitieron a CFK plantear la proyección de los números de la economía para el resto del año e indicar los fondos que fueron transferidos a las provincias. La Presidenta había conversado la idea con algunas de las personas de su entorno, pero la mayoría de los presentes se enteraron en ese mismo momento de lo que siguió. En lo que se leyó como una apuesta de máxima, en medio del conflicto con la oposición en el Congreso, consideró a la ley de cheque como un impuesto “distorsivo” y anunció que el Gobierno estaba “dispuesto a eliminarlo”.

“Se está evaluando la derogación”, salió a aclarar el ministro del Interior, Florencio Randazzo. “Aunque no sería para este año, porque esos ingresos están contemplados en el presupuesto nacional, pero es para empezar a evaluar en el presupuesto del año que viene, ella dijo que creía que lo más conveniente era eliminarlo porque el impacto se puede resolver, tal vez, con la contrapartida porque se espera que se ponga en marcha un circuito de blanqueo que nos permita recuperar esos ingresos hoy distorsivos.” Randa-zzo estaba al final del día satisfecho. En medio de la puja con la oposición en el Congreso y la embestida por modificar el impuesto al cheque, la semana pasada convocó uno a uno a los gobernadores aliados para generar con esta primera ronda un anillo de defensa para las finanzas del Gobierno.

Al mediodía empezaron a llegar a la residencia de Olivos. Estuvieron todos los que debían estar. Entre los gobernadores del PJ estuvieron Jorge Capitanich (Chaco), que encabezó luego la conferencia de prensa; Juan Manuel Urtubey (Salta), Sergio Urribarri (Entre Ríos), Walter Barrionuevo (Jujuy), Luis Beder Herrera (La Rioja), Celso Jaque (Mendoza), Daniel Scioli (Buenos Aires), Oscar Jorge (La Pampa), José Luis Gioja (San Juan), Daniel Peralta (Santa Cruz), Gildo Insfrán (Formosa), José Alperovich (Tucumán), Maurice Closs (Misiones) y el díscolo Juan Manuel Schiaretti (Córdoba), sentado esta vez junto a la Presidenta y mentor de una de las propuestas que al final del día recogió el Gobierno. Además, estuvieron los radicales K Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Miguel Saiz (Río Negro) y el aliado del MPN, Jorge Sapag (Neuquén).

Cada uno llegó a Olivos con una posición tomada ante la reforma a la ley de cheque y un borrador para discutir fondos de compensación alternativos al debate –que imaginan demasiado largo– de la Ley de Coparticipación Federal. Cristina no habló de la posible derogación de la ley de cheque hasta que cada uno terminó con su parte.

En su intervención, la Presidenta repasó los resultados de la economía de 2009 y la proyección de 2010, dedicó un subrayado a las demandas de más dinero de los gobernadores y a las críticas de la oposición que pide recorte de gastos. “Durante un año difícil como el 2009”, dijo, “el Gobierno puso recursos para mantener la producción y los niveles de empleo. Después de China, Argentina fue el segundo país con más inversión del Estado y eso permitió mantener índices de crecimiento para que la crisis internacional no afectara empleo, ni los incentivos al consumo y la inversión en obra pública”.

En medio de las cuentas subrayó los canales de trasferencia directas del Estado a las provincias: explicó que en marzo el Gobierno envió 520 millones de pesos a las provincias por asignación familiar; señaló los ajustes automáticos de la jubilación, la lista de obras públicas estructurales que siguen ejecutándose en la línea del NOA y NEA, obras de hidráulicas, en la Ruta 40, en la Ruta 14. Defendió además la política de desendeudamiento: el uso de reservas es para no salir a pedir plata y no hacer ajustes, aclaró.

Entre los gobernadores, el riojano Beder Herrera explicó que por la situación de “extrema pobreza de la provincia” debe destinar el dinero de la coparticipación a salarios. Saiz, que busca la firma del refinanciamiento de su deuda, propuso un bono global avalado por la Nación. Urtubey explicó su proyecto del Fondo de Convergencia para reducir a la mitad el Indice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) del país en cinco años. Y Capitanich también planteó su proyecto de fondo de compensación. “Se trata de recursos en virtud de un crecimiento que se proponga cumplir metas determinadas en salud, educación, en materia de obras públicas, deuda, sistema previsional e incrementar el esfuerzo de recaudación propia en la provincias”, explicó a Página/12.

En ese contexto, el Gobierno recogió como propio un proyecto que algunos leen como una síntesis entre una propuesta de Urtubey y Schiaretti: se trata de un Fondo de Equidad Social, contó el ministro Randazzo. El Fondo es un atajo alternativo para no discutir, de momento, los farragosos índices de la Ley de Coparticipación y que prevé tomar como parámetro de la distribución de fondos indicadores como el desarrollo del agua corriente, tendidos de cloacas, energía y gas.

La discusión por la Ley de Cheque se coló en el medio. Cristina dijo: “es una irresponsabilidad”. Y explicó, palabras más palabras menos: “Es una irresponsabilidad cambiar los ingresos que tenía previsto el Gobierno a través de un presupuesto aprobado en noviembre de 2009 cuando existe un programa de obras en plena ejecución”.

En ese contexto se evaluaron las opciones. “Hubo una enorme coincidencia de parte sobre este punto: todos coincidimos en que la reforma puede tener un enorme impacto en las políticas públicas”, dijo Capitanich. Y agregó: “En ese contexto se evaluaron tres opciones: que si sale efectivamente la ley se compense con otras partidas, que se vete o que se derogue si hay crecimiento con una tasa de actividad suficiente.”

Muchos dieron conferencias de prensa por su parte al término de la reunión. “Queremos que estas cuestiones tengan el consentimiento de los gobernadores y no seguir una agenda que nos plantea la oposición”, sostuvo Capitanich. Por su parte, Schiaretti, quien pidió que Nación refinancie hasta 2030 las deudas con las provincias, habló de una reunión “cordial” y explicó que “un cambio en la Ley de Coparticipación debe hacerse de manera tal que se contemple la creación de un fondo de infraestructura social para atender la problemática de los grandes centros urbanos, al igual que de las zonas más desprotegidas del Noreste y Noroeste argentinos”.

El Gobierno adelantó que convocará a los gobernadores que no fueron invitados ayer. En tanto seguirá el debate por la posible derogación del impuesto. Anoche, un alto funcionario de la provincia de Buenos Aires evaluaba el impacto: “Dudo que se llegue a derogar –dijo–, porque una cosa es coparticipar esa plata en un porcentaje y otra es que te falte la plata. Lo veo más como parte de una negociación. Ella está dispuesta a jugar a fondo, y sale a decirlo: ‘paren la mano porque acá perdemos todos’”.

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Los diecisiete gobernadores y la presidenta Cristina Kirchner en los jardines de la quinta de Olivos.
Imagen: DYN
 
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