Las versiones del fin de semana sobre supuestos cambios en el gabinete nacional provocaron la reacción del Gobierno. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, respondió por Twitter que “gozan de buena salud” a quienes se los da por muertos, en referencia a su posible desplazamiento. El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, también descartó las versiones y aseguró que no le interesaba ocupar el cargo de Fernández. “Estamos muy bien acá”, dijo De Vido. El canciller Héctor Timerman fue tajante cuando aseguró que no sabía “de dónde sacan todas esas historias, jamás he hablado con la Presidenta sobre un cambio de gabinete”.

“Ruego aprecien enseñanza de El Indio en ‘El perfume de la Tempestad’: Cuando el billete hace que baila la mierda corre y la traición también”, twiteó Fernández parafraseando un tema del último disco del Indio Solari, ex cantante de Los Redonditos de Ricota, de quien es fan. El jefe de Gabinete es uno de los más nombrados entre los rumores de alejamiento como consecuencia de la creación del Ministerio de Seguridad –encargado de dirigir las fuerzas de seguiridad, un área que monitoreaba desde el 2003–. En la misma línea, Fernández embistió a través de su cuenta de Twitter, donde ironizó: “Parafraseando un refrán popular mal adjudicado a ‘Don Juan Tenorio’ de Zorrilla: ‘Los muertos que La Nación mata gozan de buena salud’”.

De Vido desestimó rápidamente los rumores. En principio señaló que no era su intención mudarse a otra dependencia del Gobierno porque “estamos muy bien acá”, en referencia al Ministerio de Planificación que ocupa desde hace ocho años, cuando el ex presidente Néstor Kirchner lo nombró, en los primeros días de su mandato. De Vido descartó las versiones de desplazamientos y las comparó con las que también dan cuenta de una supuesta complicación de su estado de salud. “Muchos dicen que estoy enfermo y estoy más sano que nunca”, respondió en una entrevista radial. Lo cortés no quita lo valiente por lo que De Vido terminó con una obviedad: recordó que “la señora Presidenta es quien determina el destino de cada uno de nosotros”.

El canciller Timerman destacó que quien ponía a rodar las versiones lo hacía de “mala leche” porque “jamás he hablado con la Presidenta sobre un cambio de gabinete”, al tiempo que aclaró que no había tocado el tema “ni con la Presidenta ni con ninguno de sus colaboradores”. La desmentida hacía referencia a la supuesta estrategia de “oxigenar” el gabinete para enfrentar el año electoral. En ese contexto ya fueron varias las versiones que incluyen el nombre del actual embajador en España, Carlos Bettini –un clásico cada vez que se echan a rodar nombres de candidatos a ocupar cargos en el gobierno de CFK–. Dado que ocupa un cargo diplomático, Timerman podría tener algo que decir respecto del reemplazo.

Ya enojado, el canciller insistió en lo de la mala intención cuando habló sobre la interpretación acerca de que el anuncio del flamante gobierno brasileño de que el primer viaje al exterior de Dilma Rousseff sería a Buenos Aires lo había tomado “de sorpresa”. “Sólo la mala leche puede decir que el viaje de Dilma nos tomó de sorpresa o que fue decidido unilateralmente. Nos quieren súbditos”, soltó Timerman.