Martes, 18 de enero de 2011 | Hoy
EL PAíS › ERNESTO SANZ COMENZó EN SANTA CLARA UN RECORRIDO DE CAMPAñA POR LA COSTA
El precandidato del radicalismo intenta mostrarse como “el futuro” para diferenciarse de Alfonsín. Desmintió que vaya a compartir una fórmula con su amiga Gabriela Michetti y aseguró que no hará un acuerdo electoral con sectores del peronismo disidente.
Por Sebastian Abrevaya
Los primeros días del año, apenas consideró que la pileta tenía suficiente agua, Ernesto Sanz decidió lanzarse a dar la pelea contra Ricardo Alfonsín y Julio Cobos por la candidatura presidencial de la UCR. Ayer, quince días después de zambullirse en la contienda, decidió meter los pies en el mar de la Costa Atlántica para tratar de sacar a flote su nivel de conocimiento público. Sanz empezó su recorrida en el balneario California de Santa Clara del Mar, partido de Mar Chiquita, junto a un grupo de dirigentes del radicalismo local y el organizador de su agenda en el distrito, el concejal marplatense Maximiliano Abad. En diálogo con Página/12, Sanz cuestionó a quienes lo quieren hacer pelear con Alfonsín y Cobos y reafirmó la necesidad de anticipar la definición de candidaturas para abril o mayo. “Gabriela (Michetti) es mi amiga desde hace muchos años pero no hay ninguna posibilidad de hacer una alianza electoral. Nuestro compromiso es con el socialismo y el GEN”, aseguró.
Apenas bajó del avión en Mar del Plata, partió raudo en auto a Santa Clara. Su vuelo se había demorado y no llegó a dejar las valijas en el hotel. Tampoco llegó a ponerse la malla y tuvo que camuflarse con su camisa a cuadros, sus zapatos náuticos y su pantalón azul entre casi un centenar de personas que lo esperaban con la misma estampa radical en el parador más importante del lugar.
Un radical chascomusense recordó que durante una cena en el Club Progreso, hace ya varios años, Raúl Alfonsín aseguró que Sanz iba “a hacer honor” al partido. “Tenemos que recuperar autonomía de decisión en el marco de la incertidumbre que generan las primarias abiertas”, argumentó el senador respecto de la necesidad de realizar una interna. El acuerdo con los dirigentes del alfonsinismo había sido para el último domingo de abril, pero cae feriado de Semana Santa, el siguiente es el Día del Trabajo. El Movimiento de Renovación Nacional tiene mayoría en la Mesa Ejecutiva del Comité Nacional y podría imponer la fecha del 17 de abril.
Frente a los dirigentes, Sanz descartó una alianza electoral con algún sector del peronismo, pero reivindicó la necesidad de generar un “pacto de gobernabilidad”. “El Congreso que se viene va a estar dividido en tercios, en ese marco van a hacer falta acuerdos de gobernabilidad, pero no para formar parte de un mismo gobierno”, explicó, y agregó que en esa tarea ya está embarcado Rodolfo Terragno, junto al MPA de Eduardo Duhalde. En diálogo con este diario, desmintió categóricamente un acuerdo con Michetti, del PRO, para que lo acompañe en la fórmula.
Como estrategia de campaña, Sanz buscará instalarse como “el futuro”, para contraponerse a Alfonsín, señalado por sus detractores como representante de la nostalgia del gobierno de su padre. Luego de reunirse con el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, en Villa Gesell, y de pasar por Pinamar, el líder del Morena participará hoy de un homenaje al ex presidente Arturo Illia, en la Recoleta. Mientras, el mendocino recorre desde ayer la costa con un grupo de jóvenes con la camiseta “Sanz 2011”.
“La palabra orden ha sido muy devaluada y utilizada como columna vertebral de un momento muy oscuro de la Argentina. Pero yo quiero hablar de un orden democrático”, se envalentonó Sanz entre aplausos. Habló del “chantaje” del gobierno nacional al haber creado un “monstruo” (en referencia al líder de la CGT, Hugo Moyano) y se mostró seguro de revertir la mala experiencia de Raúl Alfonsín con el gremialista Saúl Ubaldini. “Voy a estar al lado de todos los dirigentes sindicales que defiendan los derechos de los trabajadores pero voy a combatir a todos los que ponen palos en la rueda”, afirmó. También defendió el paro agropecuario porque, dijo, “el Gobierno se ocupó de ahogar a todos los productores y consumidores”. Antes de partir hacia Balcarce para reunirse con productores rurales, Sanz se llevó dos cosas de su primer paso por la playa, un lindo reloj con el escudo radical en el medio y el grito de un militante de 70 años: “Que se rompa pero no se doble”.
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