Mauricio Macri reconoció como ciertas las declaraciones que hizo a la embajadora estadounidense Vilma Socorro Martínez y que ayer difundió Página/12, luego de que fueran filtradas por el sitio de Internet Wikileaks. “Yo siempre he sido muy crítico con el gobierno de los Kirchner”, intentó justificar el jefe de Gobierno porteño su pedido a la representante diplomática de la primera potencia mundial. Como informó este diario, entre otras cosas, Macri había solicitado a Washington “una crítica más abierta” a las políticas decididas desde la Casa Rosada, había calificado a Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner como “acabados pero peligrosos” y había solicitado a Estados Unidos ayuda para entrenar a personal de la Policía Metropolitana.

Macri tuvo que salir a dar explicaciones luego de la difusión de esta nueva camada de cables diplomáticos filtrados por Wikileaks y cedidos a Página/12. En declaraciones radiales, el jefe de Gobierno admitió haber expresado fuertes críticas sobre el gobierno nacional ante personal de la embajada norteamericana en diversos encuentros que mantuvieron en los últimos años. “De las conversaciones no me acuerdo, estos cables citan conversaciones de hace tanto tiempo...”, se excusó cuando lo consultaron sobre algunas declaraciones puntuales.

“La Argentina, llevando a la política exterior la politiquería interna y haciendo shows mediáticos con la relación con otros países, lo que consigue es aislarse –volvió a justificarse Macri–. La responsabilidad del dirigente es velar por lo mejor para su gente, y lo mejor para la Argentina es llevarse bien con la mayor cantidad de países tratando de conseguir vender la mayor cantidad de productos hechos con trabajo argentino. Esa es la solución a la pobreza”, sostuvo. Quizás por eso, hace cinco años, en uno de estos encuentros con funcionarios estadounidenses, se presentó sin pruritos como “el primer partido pro mercado y pro negocios en cerca de 80 años de historia argentina que está listo para asumir el poder”.

Según argumentó el empresario ayer, el kirchnerismo “vende” que la Argentina se lleva “bárbaro con todo el mundo”, pero “todas las visitas de presidentes en los últimos cinco o seis años a la región no han venido prácticamente a la Argentina porque no hemos tenido relación”.

De esta forma, Macri buscó justificar sus presentaciones en la delegación diplomática norteamericana en las que reclamó que Estados Unidos acentuara sus críticas para ayudar a los propósitos opositores: “Macri dijo que los argentinos estarían ‘contentos’ si cayeran los Kirchner –relata uno de los cables que este diario dio a conocer ayer–. Alzando su vaso de agua dijo ‘si este vaso de agua fueran los Kirchner’, todos se estarían peleando por volcarlo’”.