El debate en torno de las custodias policiales en la ciudad de Buenos Aires enfrentó ayer a la ministra de Seguridad Nilda Garré con diferentes actores del gobierno porteño, quienes se cruzaron, de manera indirecta, con declaraciones, en distintos medios de comunicación. El jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri, aseguró Garré, “se victimiza” en la polémica, porque la Policía Metropolitana, que cuenta con 2000 efectivos, “puede asumir perfectamente la custodia” de los edificios públicos del distrito. Macri, por su parte, negó la acusación, al tiempo que aseguró que “el kirchnerismo impulsó un alud anárquico en la Ciudad”, al tiempo que, dijo, la presidenta Cristina Fernández “nos tiene sometidos”. Por ello, el responsable comunal aprovechó una entrevista radial para pedir a la mandataria “que revise su decisión”. Garré negó tal posibilidad.

“Yo creo que hay una finalidad política en agrandar este tema y en victimizarse”, reflexionó Garré consultada en un programa radial. El 11 de febrero de este año, indicó, ella había mantenido una reunión con su par porteño, Guillermo Montenegro, durante la cual le notificó “este asunto (del retiro de la custodia) y no hizo ningún tipo de objeción ni un planteo catastrófico”. “Informé en un plazo razonable” al distrito porteño la decisión; “si no se prepararon, no es culpa nuestra”. La ministra también volvió a defender la medida, porque “beneficia a todos los vecinos y está en el interés que tiene que tener el Gobierno de la Ciudad. Es muy razonable lo que hemos planteado: nuestra prioridad es mantener el efecto disuasivo contra el delito”.

En sus declaraciones, Macri no hizo ninguna referencia a esa reunión ni a la advertencia, así como tampoco a la “escalada de notificaciones” que Garré explicó haber realizado desde febrero hasta el día en que se anunció el retiro de las custodias. Por el contrario, el jefe de Gobierno refirió al kirchnerismo como responsable de “haber impulsado un alud anárquico que tiene como escenario la Capital Federal”. La presidenta Fernández, aseguró, “nos tiene sometidos” y “nunca atiende el teléfono” para resolver los problemas porteños.

“El hospital y la escuela, ¿es parte de la ciudad o es un satélite marciano, privado y aislado del mundo?”, razonó el líder PRO. Y amplió, a continuación, la idea del “alud anárquico”: al decidir que la Policía Federal deje de custodiar edificios públicos porteños, dijo, “no es que están descuidando la casa de veraneo de la Presidenta en El Calafate”, sino “un lugar neurálgico de la ciudad”. “Con su marido”, aseguró, la Presidenta decidió que no traspasaría la Policía Federal a la jurisdicción porteña, pero “cada vez funciona peor”. Desde 2003, “la anarquía es lo que se ha predicado”. “Todo esto es un proceso que empezó hace nueve años, el cual lamentablemente es epicentro de la mayoría de las prácticas no institucionales.”

Poco después, en la misma emisora, el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, pidió al gobierno nacional que dé “marcha atrás” con su decisión porque “afecta a millones de argentinos”. “Si no tuviéramos problemas de inseguridad, si hubieran hecho bien las cosas en los últimos siete años y no a pocos meses de las elecciones, no necesitaríamos policías en los hospitales”. El retiro de las custodias de la PF, aseguró, tiene por finalidad “afectar la gestión” de Macri.

De acuerdo con Garré, Montenegro no se manifestó preocupado o disconforme con la decisión en la reunión de febrero, durante la cual también trabajaron en “un convenio de cooperación”, aunque, luego, “eso quedó ahí, el borrador (enviado por la Nación a la Ciudad) no fue contestado y era otra forma de notificación”. Más adelante, el 17 de marzo, “se mandó una intimación oficial” al gobierno porteño por la deuda de casi 25 millones de pesos que mantiene con la Nación por los servicios adicionales de la Policía Federal, en la que se advertía “sobre la suspensión de todo a los 10 días si no se efectivizaba el pago y, por último, la notificación de la rescisión”.

Montenegro evitó toda referencia a las reuniones que mantuvo con Garré y a las notificaciones del Ministerio de Seguridad de la Nación. Pero la ministra, por la tarde, volvió a asegurar que la Policía Metropolitana “puede perfectamente” tomar a su cargo esas custodias. Pero, evaluó, “por supuesto que a veces es la influencia de los asesores, de los Durán Barba, que aconsejan la victimización” lo que prevalece en los discursos públicos de los funcionarios.

Garré reflexionó que “cuando uno asume el Gobierno de la Ciudad sabe cuáles son las responsabilidades; ellos tienen la Policía Metropolitana, de 2000 hombres, con un entrenamiento importante. Muchos son de la Policía Federal, otros provienen de la Armada, es gente con experiencia, con manejo de armas”. Por ello, reclamó a Macri que “gestione”.

“¿Dónde están los 2000 policías metropolitanos?”, se preguntó. La responsabilidad de Macri “es gestionar y resolver los problemas de la Ciudad de Buenos Aires”. “¿Qué hace? ¿No puede tampoco resolver los piquetes, no puede desocupar las usurpaciones? ¿Qué hace? ¿Qué hace?”