El candidato a presidente por la UCR, Ricardo Alfonsín, descartó anoche compartir la fórmula “con algún dirigente del Peronismo Federal”, al señalar que su partido está “trabajando para componer una fórmula con el socialismo, que es lo mejor que le puede pasar a la Argentina”. Al participar de la inauguración de un comité en el barrio porteño de Flores, Alfonsín recibió las adhesiones del gobernador socialista Hermes Binner y de la líder del GEN, Margarita Stolbizer, que la próxima semana iniciará una ronda de consulta con sus dirigentes para analizar “sin prejuicios” la estrategia electoral y la política de alianzas de su espacio.

En medio de los cortocircuitos por la incorporación del peronista disidente Francisco de Narváez a una alianza con la UCR en la provincia de Buenos Aires, Alfonsín reiteró su rechazo a que el Colorado se incorpore al acuerdo nacional que involucra al PS y al GEN. El martes, De Narváez había salido públicamente a exigir más participación en el armado nacional e incluso sugirió que, con el primer término del binomio presidencial, el “progresismo” ya estaba “suficientemente representado” y que debería completarlo alguien de otra extracción política.

El titular de la UCR, Angel Rozas, y el candidato presidencial cortaron de plano con las aspiraciones del referente del PJ disidente, quien hasta ayer insistía con incorporarse a la mesa de discusión nacional o no acompañar la candidatura radical. Tanto Rozas como Alfonsín reiteraron que el esquema de alianzas en el que trabajan diferencia dos niveles. Por un lado, el Frente Progresista nacional, integrado por el propio Alfonsín y un socialista. Y por el otro, los acuerdos distritales, donde podrían incorporar adhesiones de otras fuerzas.

Los radicales reservan la vicepresidencia para Binner, quien supeditó su futuro político al resultado de la primaria provincial del próximo domingo, en la que su delfín Antonio Bonfatti deberá enfrentar al también socialista Rubén Giustiniani y al radical Mario Barletta. En el acto de ayer en Flores, Alfonsín intentó desligar a Binner del resultado de la votación al afirmar que “no está en juego la candidatura de Hermes”. “Es el hombre más representativo y el que más trasciende los límites del socialismo”, lo elogió Alfonsín. De todos modos, en caso de una derrota, los radicales buscarían otro dirigente de peso del PS para que los acompañe en la boleta.

A nivel local, la UCR mantiene la puerta abierta de par en par para eventuales alianzas con otros partidos. Por el momento, esa “flexibilidad” había despertado el rechazo contundente del GEN y el socialismo bonaerense. Sin embargo, el partido que conduce Stolbizer comenzó a reconsiderar su postura. El GEN anunció que iniciará la semana próxima una ronda de consulta con dirigentes de todas las secciones electorales para analizar la política de alianzas. De esta manera, la situación dentro del GEN se divide entre los que “de ninguna manera” quieren participar de un frente que involucre a De Narváez y los dirigentes que plantean un “equilibrio entre pragmatismo y coherencia”.

“Vamos a debatir sin prejuicios, sin preconceptos, para escucharnos y tomar las mejores decisiones. Nunca hemos dado la espalda a los militantes y al pueblo, y en esta oportunidad volveremos a actuar de acuerdo con nuestras convicciones y no por la simple conveniencia de los armados de listas”, explicó la dirigencia del GEN en un comunicado. Tras esa recorrida, se reunirá la mesa nacional del partido, el 3 de junio, y luego el congreso provincial, el sábado 4.

“No tenemos nada que ver con De Narváez. Pero, ¿qué hacemos si el socialismo dice que integra la fórmula? Nosotros renovamos la mitad de nuestra representación, cinco intendencias, senadores y diputados provinciales”, se pregunta uno de los dirigentes más importantes del GEN. Lo cierto es que si los socialistas admiten un acuerdo bonaerense con De Narváez, el GEN quedaría aislado, sin candidato a presidente y sin un candidato competitivo en la provincia. El diputado Horacio Alcuaz, en cambio, planteó categóricamente que su partido “no va a participar ni provincial ni nacionalmente” de una alianza con “el populismo oficialista”, ni con “la derecha neoliberal”.