“Para nosotros es una experiencia muy fuerte. Trazar un paralelismo entre Grecia y Argentina es casi obligado: los propios griegos se identifican con las luchas argentinas y en las marchas suele haber banderas celestes y blancas. Cuando llegamos, lo primero que nos dijeron fue que uno de sus cantitos alude a un helicóptero despegando en una noche argentina”, contó ayer Hugo Yasky desde Atenas, donde una delegación de su CTA visitó sindicatos y figuras políticas de la resistencia al ajuste.

El grupo se reunió por la mañana con la Central de Trabajadores del Sector Público. En el encuentro, los dirigentes griegos se mostraron convencidos de que en su país se está aplicando una receta que después va ser trasladada al resto de Europa. En ese marco, explicaron que están discutiendo la continuidad dentro de la Comunidad Económica Europea porque entienden que las decisiones sobre los ajustes se están tomando en Bruselas (sede administrativa de la Unión Europea) y Alemania.

Los argentinos –Yasky viajó acompañado por el secretario de Organización de su sector de la CTA, Gustavo Rollandi, y por el titular de los docentes del Suteba, Roberto Baradell– les contaron a su vez la experiencia de las protestas para enfrentar al neoliberalismo, tales como el movimiento piquetero y la Carpa Blanca. Después relataron los cambios políticos posteriores a la llegada del kirchnerismo al gobierno y particularmente el proceso de recomposición de los sindicatos y las negociaciones paritarias.

Por la tarde, la delegación de la CTA se reunió con integrantes del movimiento de la izquierda radical Syriza. “Es un partido que tiene un 30 por ciento como piso de intención de voto para las elecciones que se harán en dos semanas, cuando hasta la última elección no superaba el 4 por ciento de los votos –contó Yasky–. Fueron la sorpresa de la primera vuelta electoral, porque sacaron un 17 por ciento. Hoy los ojos de Europa están puestos en los próximos comicios griegos, porque el crecimiento de este partido responde a la denuncia que viene haciendo del precio en términos sociales que están pagando por los ajustes de las políticas neoliberales. Acá, uno de cada tres locales comerciales están cerrados y la tasa de desocupación está en el 21 por ciento. Todo esto les sucedió en dos años, dos años de caída libre en términos sociales.”

En el encuentro participó también el cónsul argentino en Atenas, Martín Lafforgue. Se realizó en el edificio de la CGT helénica. Su representante, George Gabrilis, y el dirigente de Syriza Costas Isichos quisieron saber sobre la Asignación Universal por Hijo, el modelo de sindicalización y la Unasur y la ruptura con las políticas impuestas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

La invitación a la CTA surgió a raíz de una visita que dirigentes gremiales de los trabajadores de la educación de Grecia hicieron a los docentes de Suteba, el gremio de los maestros bonaerenses. Los argentinos habían viajado para participar en Ginebra de la cumbre de la OIT y aprovecharon para pasar por Atenas. Como cierre de la visita se realizó, en la sede de la central obrera, un acto de solidaridad entre los pueblos de Grecia y Argentina. Los dirigentes sindicales quedaron en volver a verse en noviembre en Mar del Plata, donde se hará un festejo por los siete años del rechazo al Tratado de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en el que participarán también representantes latinoamericanos y españoles.