“Tenemos que ser muy inteligentes, sensatos y tranquilos frente a las provocaciones que algunos quieren hacer para volver a retornar al régimen ultraconservador que arruinó a la Argentina”, aseguró ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al encabezar un acto de inauguración de una planta industrial en la localidad santafesina de Villa Constitución. Parte del mensaje pareció estar destinado a un sector de los caceroleros y fundamentalmente al establishment, que presiona por cambios en la economía. “Es bueno tener memoria, no para refregar nada a nadie sino para no volvernos a equivocar”, agregó la Presidenta.

“Aprendamos a mirar, no a que nos muestren, entendamos para que nunca más nadie nos engañe y nos lleve a cometer equivocaciones que usufructúan unos pocos”, destacó Fernández de Kirchner aludiendo nuevamente a los sectores que claman por reformas que alienten un regreso a las políticas neoliberales, que concentren la economía en pocas manos. El marco en el que la Presidenta descartó esa posibilidad fue frente a empresarios, sindicalistas y trabajadores que presenciaron un nuevo empuje del gobierno nacional al desarrollo industrial en medio de la crisis internacional que azota a Europa y Estados Unidos. “No nos vamos a dejar hacer el juego, no nos vamos a dejar provocar”, señaló e hizo hincapié en la importancia de “mirarnos a nosotros y entender” para que “nunca más nadie nos engañe y nos lleven por caminos equivocados que luego disfrutan unos pocos”.

“No se trata de un proyecto de un partido político. Es un proyecto de un país policlasista, que recuperó a sus trabajadores, a sus científicos, a sus investigadores, a sus jubilados y que también, para aquellos a los que aún no ha llegado, aunque algunos les moleste, crea la Asignación Universal por Hijo, que permite dignificar los programas sociales sin que tengan que depender del dirigente político de turno”, sostuvo la Presidenta, exponiendo una de las claves del modelo iniciado en el 2003 por el ex presidente Néstor Kirchner, que remite al primer peronismo, de 1945. “Formo parte de una generación que fue histórica, pero que también cometió errores y equivocaciones y hemos aprendido, los que hemos podido sobrevivir, de esas equivocaciones y de esos errores”, reflexionó y pidió claridad a quienes “nos quieren correr de un lado o de otro, por derecha o por izquierda”.

En Villa Constitución acompañaron a la Presidenta el gobernador socialista Antonio Bonfatti, el diputado y jefe del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, y el secretario general de la CGT Antonio Caló. Además estaba allí el intendente local, Horacio Vaquié; el presidente de la fábrica de Laminados Industriales, José Pablo De Martino –de la que se inauguró la primera etapa de la puesta en funcionamiento–, y el vicepresidente de la AFV Grupo Beltrame, Antonio Beltrame. Además inauguró una nueva línea de producción de una fábrica de alimento para mascotas en Santo Tomé, y también reinauguró la fábrica Paraná Metal, que se había fundido hace unos años y se recuperó con la participación y negociación de un nuevo inversor, el Estado y los trabajadores.

“Yo siempre digo a esos que parecen tan combativos ahora, que cuando uno se va demasiado al este aparece por el oeste. Hay que tener cuidado porque Paraná Metal es un ejemplo también de que muchas veces la propia ineficiencia, obsolescencia tecnológica, los propios enfrentamientos sindicales terminan perjudicando no a los dirigentes sino a los trabajadores”, destacó Fernández de Kirchner, enviando un mensaje a los representantes de los trabajadores. En la misma línea advirtió que “los dirigentes sindicales nunca se quedan sin trabajo” sino que “siempre, cuando hay una crisis, los que se quedan sin trabajo son los trabajadores”. Por ello remarcó que el mantenimiento de las fuentes de trabajo era “la garantía de que vamos a seguir adelante en este modelo” y se dirigió a “cada uno de los más de cinco o seis millones de argentinos que volvieron a tener un trabajo registrado, digno”. Luego les recordó que “no hay que renunciar a los reclamos”, pero que “hay que hacerlo con la sensatez de que vivimos en un mundo cada vez más complicado y que hoy, como en la crisis del 2009 o del 2008, el mantenimiento de cada fuente de trabajo es la garantía de que vamos a seguir adelante en este modelo”.

La Presidenta apeló al “compromiso colectivo” y criticó a los que “no entienden los propios procesos históricos y políticos, y piensan que todo es esfuerzo personal e individual” y destacó “la idea comprobada de que los argentinos debemos avanzar todos juntos”.