La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió al canciller chino, Wang Yi, en un encuentro preparatorio de lo que será la visita de Estado del premier de ese país, Xi Jinping, a la Argentina, confirmada ayer para el mes de julio. El diplomático chino, que también mantuvo reuniones con su par Héctor Timerman y con otros ministros del gobierno nacional, firmó acuerdos en materia de infraestructura espacial e inició conversaciones sobre cooperación económica, agricultura, energía, ciencia y tecnología, además de respaldar la posición argentina en su reclamo por la soberanía del Atlántico sur. No hubo declaraciones de la mandataria tras el encuentro.

El trabajo de la delegación china durante la visita a Buenos Aires estuvo centrado en preparar el próximo viaje del presidente Jinping, “hecho que será un hito en la historia de las relaciones entre nuestras dos naciones”, según manifestó Timerman tras reunirse con su par chino en el Palacio San Martín, acompañado por el ministro de Planificación, Julio De Vido. “Los vínculos comerciales y proyectos de inversión que se están analizando, así como otros temas nucleares, espaciales y regionales, y en especial la relación de China con América latina y el Caribe, tienen un futuro promisorio”, agregó.

Más tarde, Wang Yi llegó a la Casa Rosada, donde firmó acuerdos en materia espacial y fue recibido por Fernández de Kirchner, Timerman, De Vido, más el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Economía, Axel Kicillof. La delegación china la completaban el embajador Hengmin Yin y el director general del Departamento de América Latina y el Caribe del gobierno de Beijing, Zhiliang Shen.

“Nos une una relación de confianza mutua y apoyo”, sostuvo Wang Yi, quien agregó que “el trabajo conjunto sirvió para lograr que las relaciones políticas se traduzcan en tratados concretos de cooperación económica a favor de los pueblos” de ambos países. “Queremos consolidar el desarrollo sostenido en las tareas que se refieren a la agricultura, la energía, la ciencia y la tecnología”, aseguró.

La política internacional tuvo su lugar en la charla y el diplomático chino reflejó explícitamente la posición de su gobierno respecto del reclamo argentino a Gran Bretaña por la soberanía del Atlántico Sur. “Estamos a favor de la posición de Argentina en la cuestión Malvinas”, dijo Wang Yi, mientras que Timerman devolvió gentilezas al manifestar “la convicción de seguir apoyando la política de una sola China respecto de la integridad territorial del país hermano”.

Además, se destacó la importancia de potenciar “la relación de China con América latina y el Caribe” y la coincidencia entre ambos gobiernos “en lo que hace al funcionamiento de los organismos multilaterales como el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional, el G-20 y las nuevas relaciones entre la Celac y China”, que tendrán este año una cumbre conjunta de cancilleres en Beijing y, seguramente, el año próximo un encuentro de jefes de Estado.

La visita del canciller chino se desarrolla en el marco de una gira latinoamericana que lo llevó primero a Cuba, luego a Venezuela y concluirá en Brasil, preparando el viaje que hará el premier Jinping en menos de 90 días. Aunque en los últimos diez años el comercio bilateral entre el gigante asiático y la región se duplicó, alcanzando los 261 millones de dólares el año pasado, el gobierno de Beijing considera que la relación aún se encuentra por debajo de su potencial.

Esta será la segunda gira que hará Jinping a América latina desde que asumió la presidencia china, hace apenas un año. En el viaje anterior privilegió países más cercanos políticamente a Washington: Costa Rica, México y Trinidad y Tobago. Esta vez tiene previsto mantener encuentros con Raúl Castro, Nicolás Maduro, Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff.

La presidenta argentina recibirá hoy en la Casa Rosada al primer ministro y vicepresidente de los Emiratos Arabes Unidos, el emir de Dubai, Mohamed bin Rashid al Maktum, quien también visitó México y Chile y mañana estará en Brasil.