Macri ayer en Córdoba, con Juliana Awada, Oscar Aguad y Ramón Mestre.
Imagen: Télam.

El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, continuó ayer su prédica electoral por Córdoba, una de las provincias donde cosechó un importante caudal de votos en la elección del 25 de octubre. Desde allí prometió que si llega a la Casa Rosada no irá “por la revancha” contra el kirchnerismo, como parte de un mensaje conciliador a los gobernadores peronistas. “Me cabe la mayor responsabilidad si soy elegido presidente, porque tengo que dar el ejemplo de no ir por una revancha, tener la grandeza de aprender de nuestros errores, de escuchar y trabajar con los que piensan distinto”, afirmó el alcalde porteño en suelo cordobés, donde compartió distintas actividades de campaña con el intendente de la capital provincial, Ramón Mestre, y los referentes locales de Cambiemos Héctor Baldassi, Luis Juez, Mario Negri, Oscar Aguad y Felipe Lábaque.

“Seremos respetuosos de los criterios con todos los gobernadores y de sus diferencias”, agregó Macri, al tiempo que criticó que el país “ha perdido la capacidad de dialogar” y se mostró esperanzado en tener “buen diálogo con todos” y “sacar las cosas por consenso”.

Fiel al libreto que diseñó su asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba, Macri evitó cualquier definición de sus posibles políticas de gobierno y apeló a los sentimientos de los electores cordobeses. El candidato se mostró emocionado por las recepciones que tuvo en otras provincias. “No paré de llorar en la gira por el norte de la semana pasada. Fui a Formosa, una provincia donde 9 de cada 10 son hinchas de Boca, y antes iba y me saludaban de lejos, y ahora la plaza estaba llena. En Santiago del Estero, en la siesta estaban todos en la calle. En Corrientes también, en Chaco, Salta, y terminamos en Jujuy que fue maravilloso”, relató en varias entrevistas.

Macri insistió en que Argentina “no tiene problemas de fondo” como “conflictos religiosos o raciales”, y aseguró que se “inventan los problemas”. “Somos capaces de hacer cosas maravillosas. Tenemos un papa, el mejor jugador del mundo, una reina. Y tenemos los mejores científicos. Unamos eso, pongamos el esfuerzo en armar equipos, en que uno más uno es igual a tres”, expresó entusiasta el candidato con su propia tabla de valores y cálculos.

“El 2015 fue un desastre, fue un año perdido, en vez de trabajar para la gente hubo elecciones todas las semanas en todo el país”, señaló Macri sin explicitar que muchos de los desdoblamientos electorales fueron fijados por sus propios aliados y que las elecciones porteñas tampoco fueron simultáneas con las nacionales. También planteó la necesidad de “mejorar la calidad democrática”, que ciñó a la implementación de “la boleta única, el voto electrónico o la mejor tecnología que esté disponible en el 2017” para las elecciones parlamentarias y además unificar las elecciones.