EL PAíS › PROCESARAN A QUINCE ACUSADOS EN LA CAUSA DEL I CUERPO
Represores en problemas
La resolución abarcará 161 casos de secuestros y torturas en tres centros clandestinos. El juez Rafecas la firmará hoy.
Por Victoria Ginzberg
El juez federal Daniel Rafecas procesará hoy a quince represores involucrados en violaciones a los derechos humanos en los centros clandestinos El Atlético, El Banco y El Olimpo, entre ellos el subcomisario Samuel Miara y el comisario Roberto Antonio Rosa. Se tratará de una extensa y detallada resolución que abarcará el análisis de 161 casos de secuestros y torturas y las condiciones degradantes a las que eran sometidos los secuestrados.
Rafecas, que investiga los crímenes cometidos en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército, ordenó detener a fines de agosto a 15 policías y miembros de fuerzas de seguridad que habían sido señalados como integrantes del grupo de tareas que operó en los centros clandestinos El Atlético, El Banco y El Olimpo. El juez resolverá hoy el procesamiento de esos acusados y analizará en detalle el funcionamiento de esos sitios, que visitó –lo que queda de ellos– acompañado por sobrevivientes.
Los represores que serán procesados son: los policías Samuel Miara, Roberto Antonio Rosa, Julio Simón, Juan Antonio Del Cerro, Oscar Augusto Rolón, Raúl González, Eduardo Kalinec, Juan Carlos Falcón, Eufemio Jorge Uballes, Luis Juan Donocick, Gustavo Adolfo Eklund, el ex oficial del Servicio Penitenciario Juan Carlos Avena y los gendarmes Guillermo Víctor Cardozo, Luis Méndez y Eugenio Pereyra Apesetgui.
Rosa fue el último en ser detenido. Después de estar más de un mes prófugo, fue sorprendido por la policía en La Plata, mientras caminaba por la calle en jogging. Conocido por sus víctimas con el alias de “Clavel”, este comisario se hizo famoso cuando fue acusado de ser socio del juez Norberto Oyarbide y de los prostíbulos que protegía. Miara, otro de los represores involucrados en esta resolución, al ser arrestado estaba en libertad condicional por la condena a 12 años de prisión que recibió por la apropiación de los mellizos Gonzalo y Matías Reggiardo Tolosa, que fueron localizados en 1985 por las Abuelas de Plaza de Mayo.
El Atlético, El Banco y El Olimpo formaron parte del mismo circuito represivo. El Atlético funcionó en Paseo Colón y Juan de Garay –en la División Suministros de la Policía Federal– hasta que ese edificio fue demolido en 1977 porque pasaba bajo la trama de la autopista 25 de Mayo. A fines de ese año los represores se instalaron –y se llevaron algunas víctimas– cerca de la intersección de la Autopista Ricchieri y el Camino de Cintura, en Puente 12: era El Banco. El procedimiento se repitió en agosto de 1978, cuando se inauguró, en Floresta, El Olimpo, donde hasta hace pocos meses había una planta de verificación de autos de la policía y ahora se proyecta levantar un espacio para la Memoria.
En los tres lugares actuó el mismo grupo de tareas y hasta los elementos de torturas fueron mudados de un sitio a otro, por eso el juez los analizó como un centro clandestino con diferentes denominaciones. Además, las condiciones de detención, que implicaban torturas y tratos degradantes, tampoco variaron de un sitio a otro. Los represores de esos campos también fueron señalados por su “trato especial” hacia los detenidos de origen judío. Uballes, por ejemplo, era conocido por el apodo de “Gran Führer” y obligaba a los secuestrados a hacer el saludo nazi.