Está a la venta, aunque aún no pudo determinarse desde cuándo. La caja, del tamaño de un cuaderno común, tiene la imagen del típico policía que recorre las autopistas norteamericanas a bordo de una moto. Las piezas son pequeñas si se las compara con las verdaderas: un revólver con silenciador, unas esposas metálicas con sus respectivas llaves, un silbato, y un bastón policial con una pila y un extremo capaz de dar una descarga como la de un encendedor eléctrico de cocina. La picana de juguete forma parte del Police Set, un “juguete” made in China que se puede conseguir en algunas jugueterías de Buenos Aires. La Defensoría del Pueblo porteña recibió la denuncia de un usuario, y ya pidió a la Secretaría de Defensa del Consumidor porteña el decomiso del producto y la prohibición de su venta. Aseguran que, además, no tiene autorización que permita su venta.

Todo empezó cuando fue a comprar un regalo para su hijo. En el local TKonviene, en Pasteur 268, de Once, algo llamó su atención: a 5,50 pesos, una caja azul, recubierta de un plástico transparente que permitía ver el contenido: el Police Set.

El hombre lo compró, y cuando llegó a su casa lo miró con detenimiento. Y después de abrir el pack, probó que una de las piezas no era exactamente un juguete. Entonces se acercó a la Defensoría y contó lo que había comprado. Allí, actuaron de oficio.

A simple vista, el producto parece inofensivo. En el frente de la caja dice, en inglés, “Cuidado, no apto para menores de tres años”, leyenda que deja en claro que los más chiquitos no deben jugar a torturarse. El pequeño revólver, imitación de un calibre 38, es de plástico negro y, a diferencia de otras armas de juguete, trae un silenciador colorado. Las esposas, con sus dos llaves, son plateadas, de metal no muy resistente, y con varias posiciones según el tamaño de la muñeca del “detenido”.

Pero el elemento del set que levantó la polémica es el “palito” negro y amarillo, con el dibujo de un policía agarrando a un hombre del brazo. El artefacto, en uno de sus extremos, tiene un pequeño electrodo, que produce una descarga si se presiona un pulsador.

La electric stick, como indica la caja, funciona con una pila doble A. El efecto que produce la descarga es similar al de un encendedor eléctrico de cocina, con una pequeña chispa, que produce un cosquilleo en la piel de un adulto.

La titular de la Defensoría, Alicia Pierini, explicó a Página/12 que “hay en camino acciones legales, en las que se pedirá el decomiso de la mercadería existente, para sacarla de la venta”. “También queremos persuadir a los jugueteros para que no vendan este producto y alertar a los padres para que no compren esta aberración”, comentó.

“Recibimos un set y después compramos dos más, en la misma juguetería. Ahora estamos investigando si estaba autorizado para la venta, porque no tiene ningún papel en la caja que indique que el producto es legal. Sólo figura, en la parte superior del pack, un calco que dice ‘Importado por Repuestos Warnes 1637 SA’, y una dirección”, detalló.

Eduardo Fachal, jefe del área de Control Comunal de la Defensoría, explicó a este diario que el Police Set “no está en las jugueterías grandes, pero sí en las más chicas, sobre todo en Once”.

“Cuando se importa un producto, el IRAM –el organismo que se dedica a la normalización y certificación de los productos– o el INTI son los que se encargan de ver que se reúnan las condiciones respecto de las normativas, y le dan un certificado al importador. Esto se presenta en Defensa del Consumidor, y se hace un seguimiento del producto. En este caso no hay certificados.”

Por eso, el organismo ya comunicó la existencia del “juguete” a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a la Cámara Argentina delJuguete, a la Subsecretaría de Defensa del Consumidor de la Nación, y al Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes porteño.

Informe: Luciano Zampa.