La pegatina logró verse en varios puntos de la ciudad desde la mañana temprano. Firmados por los ferroviarios de La Fraternidad, los afiches reclamaron un freno a las investigaciones judiciales sobre la Triple A: “No jodan con Perón”, decían. Durante el día y en línea con la postura que tomó el sindicalismo ortodoxo desde hace una semana, Oscar Maturano, de ese gremio, pidió mesura. “Separemos la paja del trigo”, pidió. “No se metan con Perón y no saquemos conjeturas.” En la misma línea se había pronunciado Gregorio “Momo” Benegas, de las 62 Organizaciones, y ayer, el veterano Hugo Curto, de la UOM.

La polución de voces del sindicalismo ortodoxo apareció en medio de la ofensiva judicial sobre la Alianza Anticomunista Argentina. En las causas que llevan adelante el mendocino Héctor Acosta y Norberto Oyarbide no hay ninguna mención a la actuación de Juan Domingo Perón, pero por estos días apareció una reedición de una nota sobre el ex presidente publicada el 20 de enero de 1974 en el diario Noticias, que editaba Montoneros. Allí se citaba una frase polémica del caudillo, que supuestamente estaba detrás de un apoyo para declarar como “asociación ilícita” a los grupos guerrilleros. Según la publicación, Perón habría dicho: “Si no tenemos la ley, el camino será otro, y les aseguro que puestos a enfrentar la violencia con la violencia, nosotros tenemos más medios posibles para aplastarla, y lo haremos a cualquier precio porque no estamos aquí de monigotes”.

Los afiches aparecieron inmediatamente después de esa publicación, pero estaban listos desde el viernes pasado. Maturano, de La Fraternidad, le dijo a este diario que ese día los mandaron a la imprenta. Al día siguiente, la difusión de una declaración del abogado defensor de Isabel Martínez de Perón terminó de decidir su difusión.

“El abogado de Isabel el sábado deslizó que era posible que Perón supiera de la Triple A”, dijo Maturano. “Y eso no podemos admitirlo”, sentenció. Y agregó: “Lo nuestro es una respuesta a lo que están sacando algunos sectores sobre esto de que si estuviese vivo Perón podría estar preso. Y bueno, nosotros salimos a decir que no puede ser porque hay que respetar la memoria de Perón que vino a dar la vida por la patria y así fue, sólo que falleció.”

El juzgado de Norberto Oyarbide no investiga ni tiene como parte de la causa la entrevista aludida entre Perón y el diputado o la publicación del diario Noticias. Y de momento, según dice a sus colaboradores, no “tiene en la mira absolutamente el nombre de Perón”.

Pero la causa y sus datos parecen detalles en un escenario donde lo que está en juego no parecen razones jurídicas. Maturano, el gremio, y un vasto sector del peronismo ortodoxo está convencido de que la causa judicial de la Triple A se juega en medio de una interna política, destinada a licuar a los sectores más duros del peronismo.

La semana pasada, Gerónimo Benegas, el “Momo” de la conducción de las 62 Organizaciones peronistas, salió a hacer el primer reclamo corporativo sobre la causa. Definió como “una barbaridad” la persecución a Isabel Martínez de Perón. Pidió “dejar en el pasado” algunos temas que se investigan hoy y presentó a Perón como quien “siempre tuvo una política conciliadora, una política de paz”.

El histórico gremio combativo de La Fraternidad, alineado con las 62 Organizaciones tras la intervención de las políticas menemistas de los ’90, se pronunció en la misma línea. “Los históricos enemigos del pueblo y de los trabajadores –clamó su titular– nunca dejaron pasar la oportunidad para denigrar la memoria del mayor estadista de la Argentina del siglo XX, el coronel del pueblo y el general de la Nación Juan Domingo Perón.”