Durante los últimos cortes de ruta, en el campo “estábamos preparados para resistir con escopetas, carabinas, de todo”.

Los dichos de Alfredo De Angeli desataron ayer una polémica entre el oficialismo y los productores agropecuarios. Mientras tanto, de oficio, el fiscal federal Guillermo Marijuan denunció al productor entrerriano por supuesto “acopio de armas”, “intimidación pública” e “incitación a la violencia”.

Después de sus controvertidas declaraciones, el dirigente se llamó a silencio, posiblemente aconsejado por la Federación Agraria. “De Angeli es un hombre de la Federación y por supuesto que lo sostenemos”, dijo a Página/12 Eduardo Buzzi, presidente de la organización. Pero sólo admitió que es habitual entre los hombres de campo tener facones o cuchillos. No habló de otras armas.

“Me preguntaron y yo dije la verdad: ¿por decir la verdad me van a procesar? Y a los otros que mienten, ¿qué les hacen?”, dijo De Angeli durante una entrevista radial muy temprano.

“Yo dije que tomo conocimiento de que había gente armada. Nada más”, explicó como para morigerarse. Las armas, en todo caso, las llevaban los productores para defenderse de eventuales ataques de los grupos de camioneros varados en la ruta durante los días del lockout. En ese escenario, relató como ejemplo el caso del día en el que los camioneros llegaron a Ceibas y “había gente que quería ir” hacia allá, “pero yo no los dejé” hacerlo.

Según De Angeli, la lógica del ida y vuelta lo explicaba: “Uno tiene dignidad –dijo–, y ellos venían a buscarnos a nosotros. Ellos protestaban, quemaban colectivos y rompían vidrios. ¿Ahora qué?, ¿tomaron agua bendita ellos? ¡Nosotros estábamos en protesta, no habíamos molestado a nadie y ellos venían a patotearnos!”.

La primera respuesta a las declaraciones del productor agrario la pronunció el ministro del Interior, Florencio Randazzo: “Me parece que esto es preocupante”, indicó. También se quejó por el tono de beligerancia del discurso del campo. “¿Cómo puede ser que por cada decisión que tomaamos tengamos que llamar a una asamblea?”, dijo ante los reclamos de los ruralistas para ser consultados.

Tras las declaraciones, el fiscal Marijuan denunció a De Angeli. Según versiones no confirmadas, hasta habría pedido la detención del dirigente. Ahora será el fiscal federal Jorge Di Lello quien deba evaluar la situación. Di Lello debe decidir si la causa puede prosperar o no; debe entender si el encuadre jurídico puede equipararse con los hechos ocurridos y si los cargos son competencia de análisis en Capital o deberán investigarse en Gualeguaychú. Los productores llevaron adelante la medida allí y es allí donde supuestamente mantenían sus armas preparadas.

Durante el resto del día el dirigente no habló más. La Federación Agraria mantuvo su apoyo al dirigente entrerriano, pero no confirmó la existencia de armas de fuego en los piquetes.

“De Angeli es un hombre de la Federación y, por supuesto, que lo sostenemos”, dijo a Página/12 Eduardo Buzzi, presidente de la organización. “Además, ¿qué productor no tiene un facón o un cuchillo en su casa?”.

–Pero no un arsenal.

–Hay que entender que él dijo que era para estar a la defensiva. Además, él dijo que lo tenían en una cuestión defensiva: está en una situación de hostilidad producto del accionar de alguna patota que alguien mandó acá, y no puede ser que mientras a los otros no les pasa nada o salen a pegar piñas en la Plaza de Mayo, él sea el único que termine denunciado.

En el marco de la polémica, el legislador kirchnerista se animó a comparar la situación con los Comandos Libertadores que en los años cincuenta “cometieron actos de vandalismo y asesinatos con el objetivo de poner en juego la democracia, cosa que lamentablemente sucedió”, dijo.