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Este no es el primer caso en que el gobierno porteño sufre cuestionamientos por una licitación. El diputado de Diálogo por Buenos Aires, Aníbal Ibarra; el de la CTA, Martín Hourest; y la de SI, Liliana Parada, denunciaron diversas irregularidades en licitaciones de la gestión PRO.

- Arroyo Maldonado: las obras por 200 millones de pesos quedaron en manos de Ghella, que se asoció a Iecsa, perteneciente al primo de Mauricio Macri, Angel Calcaterra.

- Equipamiento hospitalario: costará 150 millones de pesos. Macri aumentó el presupuesto del área de 12 millones a 150. Según Ibarra, “en el proyecto del Ejecutivo aparece el requerimiento de tres resonadores con marca incluida (G-Scan y S-Scan) exclusivos de una firma italiana, Esaote SA”. De las cuatro empresas que se presentaron, descalificaron a dos, otra se retiró y ganó una socia italiana de Esaote SA.

- Parquización de espacios verdes: costará 250 millones por tres años. “Se inició una contratación sin presupuesto, aprobaron pliegos que no fueron publicados en el Boletín Oficial y no se respetaron las competencias comunales”, aseguraron los opositores.

- Higiene urbana: tras diversas redeterminaciones de precios, en 2008 se pagaron casi 800 millones en recolección de basura. La licitación, que sería hasta 2010, continúa suspendida.

- Contenedores: la empresa Conarsa SA consiguió que se le adjudique la provisión de 24 mil unidades por 26.352.000 en octubre de 2008. Aunque en el pliego no se especificaba un plazo para la entrega, hasta ahora proveyó el 5 por ciento de lo pautado.

- Mobiliario urbano: más de 100 millones de pesos anuales por diez años. La licitación era por tres empresas que debían invertir 30 millones de pesos. Las ofertas de las cuatro empresas que se presentaron no proveen al gobierno porteño un canon mayor a 4 millones, mientras el negocio de publicidad callejera representa más de 120 millones. La empresa Spinazzolla logró un amparo del juez Roberto Gallardo, luego revocado.