- Banda. Dos bandas militares estaban frente a la Catedral para recibir a los invitados. De blanco, el Regimiento de Montaña local exhibía un repertorio variadísimo, que incluía cumbias y clásicos del rock nacional. Cuando llegó al lugar el vicepresidente Amado Boudou, lo agasajaron con un tema de su banda amiga, La Mancha de Rolando. En tanto, los granaderos interpretaron el Himno cuando llegó la Presidenta. El problema fue que CFK se detuvo más de lo previsto con los saludos y la banda concluyó antes de que la mandataria entrara. Cuando se hizo el silencio, un miembro de la organización salió disparado para indicar: “¡Que sigan tocando!”.

- Regalos. Al finalizar la homilía, el obispo Maletti le dio a la Presidenta tres regalos: una imagen de la Virgen de las Nieves, un libro que narra la historia de la misión del Nahuel Huapi y una cruz de madera confeccionada por artesanos de la zona.

- Presencias. Hasta Bariloche se acercó casi un centenar de dirigentes, entre los que estaban el vicepresidente Boudou; el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, y buena parte de los ministros. También asistieron los gobernadores de Buenos Aires, Daniel Scioli; el de Neuquén, Jorge Sapag; de Chubut, Martín Buzzi; de Tucumán, José Alperovich; de Entre Ríos, Sergio Urribarri; de La Rioja, Luis Beder Herrera; de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; de Santa Cruz, Daniel Peralta, y de Jujuy, Eduardo Fellner, además de una docena de legisladores. Quien no estuvo fue el senador Aníbal Fernández, por quien la Presidenta preguntó al resaltar una opinión suya publicada en la edición de ayer de Página/12. Al notar el faltazo, bromeó: “Voy a tener que ponerle ausente”.