La fiscalía de Campos, en Río de Janeiro, va a pedir a la Justicia que impida la salida del país a 17 ejecutivos de la empresa Chevron, que volvió a derramar petróleo en el mar. La firma norteamericana acaba de pagar una multa de más de 32 millones de dólares por otro accidente similar, cuando en noviembre se derramaron 2400 barriles de petróleo en la costa. La medida incluye hasta al presidente de la filial local, un norteamericano, y tiene sus razones: Chevron puede tener que pagar 11.000 millones para reparar los daños en el litoral de la cuenca petrolera local.