Esteban Bullrich técnicamente está ocupando dos cargos: el de ministro de Educación porteño y el de diputado nacional. El dirigente PRO tenía licencia en la Cámara baja, pero se le venció el 31 de agosto y está negociando su tercera prórroga con los distintos bloques del kirchnerismo y de la oposición. Mientras busca los votos, la disputa por la banca ya causó internas dentro del PRO. Algunos macristas le recomendaron a Bullrich que renuncie a su cargo como diputado, así el Grupo A tendría un lugar más. Según ellos, el ministro les contestó: “No, en todo caso, renuncio en la ciudad y ustedes se hacen cargo del quilombo de los pibes”.

Luego del paso por el Ministerio de Educación del fugaz Abel Parentini Posse y sus prédicas contra el “troscoleninismo”, Macri convocó a fines de 2009 a ocupar ese cargo a Bullrich. Para esto, el diputado –que había sido reelecto ese año– pidió una licencia de tres meses, con lo que le impidió asumir al macrista Julián Obiglio, que no había podido renovar su banca. En marzo de este año, cuando esa licencia se venció, Bullrich pidió otros seis meses de prórroga. La postergación de su retorno a la Cámara baja comenzó a hacer ruido dentro del bloque PRO: todo este año de pujas en Diputados tuvieron una banca menos. Algunos comparaban la situación con la de la ex ministra de Salud Graciela Ocaña, quien también mantuvo su banca en suspenso y fue criticada por los opositores. Hasta ahora, nadie advirtió que Bullrich está en la misma situación.

Con una salvedad: su licencia se venció el 31 de agosto y el ministro pidió una tercera prórroga, de otros seis meses. Para conseguir los votos, ya conversó con diputados de la Coalición Cívica y del kirchnerismo, que –en principio– le votaría a favor, ya que aceptar su licencia implica una banca menos para los opositores. Además, un voto en contra podría servirles al PRO para victimizarse y a Bullrich para abandonar la responsabilidad ante el conflicto estudiantil. “En general, votamos las licencias. Lo que puede ser que esté pasando acá es que este muchacho no esté con muchas ganas de seguir a cargo de Educación”, se divertía un diputado kirchnerista.