La cantidad de chicos y adolescentes que asiste a comedores escolares bonaerenses durante la temporada de verano disminuyó un 71 por ciento en los últimos tres años. De acuerdo con datos oficiales, cada vez más padres anotan a sus hijos para actividades recreativas y, por el contrario, hay menos para el almuerzo. En diálogo con Página/12, Mario Oporto, director general de Cultura y Educación bonaerense, explicó que “la Asignación Universal por Hijo” y el “cambio de la situación del país” dan a los padres la posibilidad de darles comida a sus hijos en sus casas. La diferencia más notable se dio este año respecto de 2010: hace un año se anotaron para comedores alrededor de 92 mil chicos, mientras que este año lo hicieron 38.885, un 60 por ciento menos.

En la provincia de Buenos Aires, entre 2008 y 2011 se registró una disminución del 71,11 por ciento de los inscriptos en la modalidad que ofrece sólo el servicio alimentario del Programa Escuelas Abiertas en Verano, de acuerdo con un relevamiento realizado por la Dirección de Educación Física. Los números indican que en 2008 había 134.592 inscriptos para los comedores de las escuelas, y esa cifra se redujo a 38.885 en 2011. El informe además arrojó que aumentó para el mismo período “en un 300 por ciento” la cantidad de chicos que participan de las actividades recreativas. En números, de 12.697 inscriptos en 2008 ascendió este año a 51.038. “Los datos son alentadores”, aseguró Oporto.

–¿A qué se debe la disminución de la inscripción a comedores?

–Entre otros factores, se debe a que hay menos necesidad de ir a la escuela exclusivamente a comer. En este sentido, la AUH es un cambio significativo. Hay un salto del año pasado a éste, estamos en casi 55 mil alumnos menos en la modalidad de sólo comedor. Entendemos que más familias pueden darles alimentación a sus hijos en sus casas. Cambió la vida de las familias y eso se refleja en el informe. Un 15 por ciento va sólo a servicio alimentario. En este momento el eje no está en la alimentación, y empieza a volcarse a la recreación.

–Por otro lado, hay más chicos anotados para recreación. ¿Por qué?

–La cantidad de chicos que se anotan sólo para la recreación aumentó: tenemos 38 mil chicos más. Me sorprende positivamente. Con la crisis, fue muy importante mantener el comedor en el verano, la colonia era un complemento. Desde 2008, y especialmente este año, se ha revertido la característica de la colonia: se están volcando más al servicio recreativo que al alimentario. Es la suma de una serie de políticas. La asignación es la de mayor impacto y la más universal.

–Este impacto se observa en la inscripción a las escuelas.

–La asignación generó un aumento de matrícula en todo el país. Lo más significativo es el crecimiento de la secundaria en los barrios más humildes. Este año vamos a tener un crecimiento de matrícula más regular. El pico se produjo del ciclo lectivo 2009 al 2010, cuando hubo una gran incorporación de chicos en toda la escuela.

–¿Y existe la posibilidad de incorporar más chicos al ciclo lectivo a partir del programa Escuelas Abiertas?

–La mayoría que se anota ya va a la escuela, pero también incorporamos a los no escolarizados. Es un buen puente de retorno, una puerta abierta a volver a la escuela. Pasa así también con el programa “Patios Abiertos”. La escuela brinda servicios (de alimentación y recreación) aun a los que no van regularmente a ella, con el objetivo de reencontrarnos con ellos. Cuando ocurre eso, la colonia tiene otra meta cumplida: dar una oportunidad al chico para que vuelva a la escuela.

En su undécima edición, el programa se desarrolla en 2228 jardines de infantes, escuelas primarias, secundarias y de educación especial, Centros Educativos Complementarios (CEC) y Centros de Educación Física (CEF). Este verano, 243.037 chicos disfrutarán hasta el 11 de febrero de actividades recreativas, culturales, deportivas y de vida en la naturaleza.

Informe: Soledad Arréguez Manozzo.