Miércoles, 26 de enero de 2011 | Hoy
SOCIEDAD › LA SENSACIóN TéRMICA EN LA CIUDAD LLEGó A 43,6º AUNQUE LA LLUVIA TRAJO ALIVIO Y BAJó 16 GRADOS EN UNA HORA
Fue el record de una década: sólo en enero de 2001 la sensación térmica fue más alta. La temperatura llegó en el área metropolitana a 34,5 a las 14. Por la tarde hubo lluvias y en algunas zonas del conurbano cayó granizo. En los próximos días el calor seguirá, pero no será tan agobiante.
Las calles de la ciudad se transformaron ayer en un horno. Las altas temperaturas no dieron tregua durante la jornada y la sensación térmica trepó poco después del mediodía a 43,6 grados, por encima del promedio habitual para este mes. El calor agobiante fue protagonista en el área metropolitana y en gran parte del país, con máximas que alcanzaron los 30 grados. Sin embargo, por la tarde se registraron precipitaciones fuertes y caída de granizo en el conurbano bonaerense que pusieron fin a una cadena de días calurosos. Luego de un brusco descenso de la térmica por las lluvias, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) bajó el nivel de alerta de “naranja” a “amarillo” por riesgos para la salud, para Capital y sus alrededores. Las lluvias dejarán esta semana como huella un descenso de la temperatura con mínimas de 19 y máximas que rondarán los 30, muy lejos de la térmica de los últimos días.
El calor cubrió ayer gran parte del país. Las máximas registradas en promedio estuvieron en 30 grados, aunque en La Rioja y San Juan la temperatura trepó a 40 grados. La máxima sensación térmica se registró en la ciudad de Roque Sáenz Peña, en Chaco, con 44,1. Las marcas más altas fueron en La Rioja, con 40,5; Tucumán, con 38,2 y Formosa, con 38,4. La ciudad de Buenos Aires también vivió una jornada agobiante: la temperatura subió a 34,5 a las 14, menos de los 36 grados pronosticados, pero aun así logró superar la máxima de lo que va del año, que se registró el 7 cuando el termómetro alcanzó los 33,9.
Los vientos del norte y del nordeste, que soplaron a 17 kilómetros por hora, y un alto porcentaje de humedad provocaron un aumento de la sensación térmica que en la ciudad trepó a 43,6 grados. Esa marca, según informó el SMN, estuvo “cerca del record histórico” del mes, que se registró el 5 de enero de 2001, cuando los valores llegaron a los 44,9. Por ahora, el mercurio se mantuvo lejos de la máxima temperatura registrada para este mes, que fue el 29 de enero de 1957, cuando la ciudad soportó 43,3 grados.
En diálogo con Página/12, Luis Rosso, gerente de Servicio a la Comunidad del SMN, explicó que la diferencia entre la temperatura y la sensación térmica se debió a un “alto contenido de humedad” en el aire, que estaba en el orden del 60 por ciento. Estas marcas insoportables comenzaron a ceder a la tarde tras las precipitaciones y hasta caída de granizo en el conurbano bonaerense. En la Capital, la lluvia generó en una hora el descenso de 16 grados de la sensación térmica: a las 17 era de 39,9 y las 18 fue de 24.
La tormenta, alertada ayer por el SMN, fue más intensa en el conurbano que en el centro porteño. En algunas zonas como Ezeiza, Pilar y las localidades entrerrianas de Rosario del Tala y Concepción del Uruguay provocó caída de árboles y voladura de techos de algunas viviendas. En los partidos bonaerenses de Ezeiza y Esteban Echeverría, alrededor de las 16, se registraron lluvias con caída de granizo.
Luego de la brusca disminución de la térmica, el SMN bajó el alerta por riesgos para la salud a “amarillo”, que establece un efecto leve a moderado sobre la mortalidad. La térmica se sufrió en la calle, pero no provocó aumento en los auxilios del SAME. Carlos Russo, director de emergencia de ese sistema, aseguró a este diario que “no se registraron más de lo habitual”, una demanda que se calcula, en promedio, en mil atenciones diarias.
Russo remarcó que los valores de auxilios en el verano “están dentro de los estándares”, aunque cambia el origen de la demanda por síntomas como náuseas, vómitos, dolor de cabeza, fiebre y diarrea, entre otros, que constituyen “cuadros habituales” para esta época. El especialista precisó que la mayoría de las consultas fueron por “acaloramiento” mientras que “el golpe de calor es otro tipo de patología”.
Frente al calor, remarcó que es clave la prevención. Susana Ferrín, doctora y sanitarista del Ministerio de Salud porteño, explicó que “cuando hay temperaturas tan elevadas se produce mayor pérdida de líquidos por medio del sudor”, por lo que es “importante reponerlos” (ver recuadro).
Después de días de calor, habrá un descenso de la temperatura. Rosso explicó que se espera que el pasaje de un sistema frontal “transporte la humedad a otra zona”, por lo que habría en la ciudad un “aire más seco” con temperaturas menores a las de estos días. La baja de las marcas se sentirá esta tarde cuando el viento del norte y del nordeste rote hacia el sur, con lo que habrá una mínima de 24 grados y una máxima de 29. Para mañana está prevista una temperatura desde los 20 hasta 29 grados, valores que se repetirán para el fin de la semana. No se esperan lluvias para los próximos días y, según, el SMN, el pasaje de viento frío dará condiciones de buen tiempo para disfrutar de las vacaciones por la ciudad.
Informe: Soledad Arréguez Manozzo.
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