El miércoles 23 de julio de 2008, el psicólogo Jorge Corsi comenzó a desandar lo que sería su caída en las páginas de policiales, no como especialista en violencia familiar, sino como detenido por abuso de menores. Ayer inició el tramo final cuando ingresó a la Alcaidía de Tribunales para ser trasladado a la cárcel de Marcos Paz, donde deberá cumplir la condena de tres años que recibiera a principios de febrero en un juicio abreviado en el que aceptó su responsabilidad.

Corsi fue detenido el 23 de julio de ese año, junto a otros dos acusados de integrar una banda que reclutaba chicos para abusar de ellos. Según la denuncia, entre los meses de febrero y mayo de 2007 un chico identificado como NGD sufrió “distintas prácticas sexuales idóneas para desviar de tal modo” su libre crecimiento psicosexual a través de una serie de episodios que incluyeron “actos sexuales forzados, tocamientos de partes pudendas, exhibición de material pornográfico, con contenido pedófilo y consumo de drogas”, como señaló en su acusación el fiscal Martín Niklison.

El chico había sido captado en el McDonald’s de Córdoba y Gascón, donde iba con amigos. Allí le presentaron a Rocca Clement. “En estas situaciones los abusadores detectan cuál puede ser el chico más vulnerable para captarlo”, comentó Niklison a este diario.

La investigación comprobó que “el mismo esquema se repetía en otros casos: dos muchachos de 18 y 20 años actuaban como captadores: iban a los cíber y otros locales y detectaban la presencia de adolescentes. Los captadores entablaban conversación con el chico; llevaban la charla al tema de la pornografía y terminaban invitando al adolescente a ver pornografía en una casa. Recién en el tercer o cuarto encuentro, los jóvenes empezaban a tener relaciones sexuales entre ellos, ante el menor, y veían si el adolescente tenía una actitud receptiva o no. Si les parecía que sí, en un encuentro ulterior lo invitaban a participar. Una vez captados de ese modo, los invitaban a concurrir a otro lugar, donde había otras personas. Allí aparecía ese psicólogo”, en referencia a Jorge Corsi.

Durante siete meses, entre julio de 2008 y enero de 2009, Corsi permaneció detenido, período durante el que envió una carta a los medios en la que sostenía que era inocente y que había un “encarnizamiento mediático” en su contra. El 12 de marzo de este año, el Tribunal Oral en lo Criminal 11 debía iniciar el debate oral en el que se debía juzgar a Corsi y al profesor de música Marcelo Rocca Clement, ya condenado a once años de cárcel en otro juicio por un delito similar ocurrido en 2008 por el abuso de un chico de 13 años.

Pero en un juicio abreviado, el 1º de febrero pasado, Corsi aceptó su responsabilidad y fue condenado a tres años de prisión, condena que fue acordada con la fiscalía y con la familia de la víctima, para evitar la exposición del menor y su revictimización.

Después del juicio abreviado, Corsi se mantuvo recluido en su casa y su defensa anunció que iba a presentarse, pero esperó el límite de los plazos posibles. En prisión, tendrá que ser sometido también a un tratamiento psiquiátrico.