La primera audiencia del juicio por el asesinato de Tomás Dameno Santillán tuvo como declarante al entorno familiar de la víctima, de 9 años. Su madre, Susana Leonor Santillán, cargó contra el único acusado, su ex pareja, Adalberto Cuello, y señaló que la relación entre éste y el niño no era buena y que Tomás se sentía “intimidado”. “Si sabía que lo iba a matar, yo lo hubiese matado a él antes”, dijo. El primo de la víctima, de 8 años, dio el testimonio más incriminante. Recordó que ambos solían ir y volver juntos de la escuela en la ciudad bonaerense de Lincoln y los días previos al asesinato Cuello los estuvo siguiendo. Tomás fue secuestrado cerca de su colegio el 15 de noviembre de 2011, día en que su primo faltó a clases. Para el fiscal Javier Ochoaizpuro hay elementos suficientes como condenar a Cuello por “homicidio agravado por ensañamiento y alevosía”.

La madre de Tomás fue la primera en declarar de los 40 testigos convocados al Tribunal Oral en lo Criminal 1º de Junín, integrado por los jueces Miguel Angel Vilaseca Parisi, Karina Lorena Piegari y Claudia Beatriz Dana. Susana Santillán recordó que hace tres años, cuando vivía con Cuello en Timote, en el partido de Carlos Tejedor, la relación de su ex y el hijo que ella tuvo con Fabricio Dameno era normal. “Lo quería, pero en Lincoln todo cambió”, aseguró la mujer. Según Santillán, el chico se sentía intimidado por su padrastro.

“Tomás me contó que no le gustaba cómo lo miraba Cuello, quien una vez lo levantó de las orejas sin saber por qué”, aseguró Santillán. Luego relató que el imputado “confesó” que le había “roto la PlayStation” que le había regalado durante una pelea y cuando se separaron definitivamente, él la desalojó junto con Tomás y el hijo que tienen en común de la casa de los padres de él, en donde convivían. “Rompió juguetes de Tomi, portarretratos, ropa mía la cortó con tijera. Todo eso me lo mandó en bolsas en un flete a la nueva casa donde vivíamos”, declaró la mujer.

Santillán reconoció que “nunca” sufrió maltrato físico por parte del acusado, pero aseguró que había “continuas agresiones verbales”. La testigo y querellante mencionó que su hijo Tomás tenía hidrocefalia “y no podía recibir golpes en la cabeza y eso Cuello lo sabía”. El dato no es menor porque el niño murió tras recibir dos golpes fuertes en la cabeza y tenía signos de haberse protegido el cráneo, como siempre le indicaba su madre en caso de tener un accidente. Vigilado por dos agentes penitenciarios y enflaquecido, Cuello escuchó en silencio éste y los demás testimonios.

Por su parte, la tía de Tomás, Maricel Patricia Santillán, declaró que solía buscar a Tomás y a su hijo a la escuela, pero dejó de hacerlo desde el 28 de octubre del año pasado, es decir casi tres semanas antes del secuestro del niño, porque ingresó a trabajar al Registro Civil. Los chicos volvían caminando solos desde el colegio hasta una plaza cercana, donde una prima más grande se les unía en la caminata. “Mi hijo me comentaba que la camioneta de Cuello rondaba por el lugar, como que los perseguía. Tenían pánico a la camioneta”, aseguró la mujer.

“El día que desapareció Tomás hablé por teléfono celular con Cuello y le dije: ‘Yo sé que lo tenés vos, andá a la comisaría porque te mandó dos móviles’”, dijo la mujer, quien estuvo junto a su hijo y primo de Tomás, de ocho años. Este niño también declaró ayer. Dijo que Cuello los había estado persiguiendo con su camioneta y cuando Tomás veía el vehículo “le daban ganas de hacer pis y le dolía la panza”. Pocos días antes del asesinato de su primo, agregó el niño, Cuello los llevó en su camioneta luego de que “unos chicos” los amenazaran cuando volvían del colegio.

Para este niño, “era normal” que el acusado los llevase “porque cualquier persona te puede ayudar cuando lo necesites”, aunque aclaró que ésa fue la única vez que lo hizo. “Cuando desapareció Tomi pensé que a esos chicos los había mandado él para hacerse el héroe y para que después no digan que había sido Adal(berto)”, dijo el niño.

En un cuarto intermedio, durante la tarde, el fiscal dijo que la declaración de este niño fue contundente: “Reiteró lo mismo de la instrucción con relación a ese temor reverencial que le tenía Tomás a Cuello”.

El tío de la víctima, Guillermo Santillán, declaró que “la relación nunca fue buena” entre Tomás y el acusado. La prima del niño asesinado coincidió con su primo. Dijo que Tomás le tenía miedo a Cuello y que éste “una vez le había tirado de los pelos”. También declararon el padre de la víctima y dos maestras del Colegio 1º Domingo Sarmiento, quienes destacaron que el niño era “tímido” y “buen compañero”. Por su parte, la psicóloga Mirta Analía Bruno dijo que el imputado distingue “el bien y el mal” y tiene plena capacidad de sus actos. “La manipulación es su sistema defensivo y se pone en posición de víctima”, dijo.

Terminada la audiencia, el abogado querellante Carlos Torrens consideró que el imputado se encargó de que su víctima le tuviera miedo “y todos los testigos declararon en ese sentido”. Luego aseguró que existió premeditación en el crimen. “Cuello prepara toda la ‘mise en scene’ habiendo observado todo antes durante varios días”, dijo este abogado. Luego destacó que el acusado, para tener una coartada, publica en una red social el mismo día de la desaparición de Tomás “ese video en el que aparece con el hijo (que tuvo con Santillán) cuando ya se hablaba de horarios, de pruebas, cuando ya se estaba direccionando la investigación”.

Mañana, a partir de las 8.30, se iniciará la segunda audiencia en la que declararán los policías que participaron de la investigación.